La Cámara de Diputados exhortó al secretario del Trabajo, Javier Lozano, con el fin de que reinstale el liderazgo en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que encabeza Martín Esparza.
La posición se dio tras un largo debate en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se sumó a la izquierda en exigencia de que la Secretaría del Trabajo respete la vida interna de los sindicatos.
El Partido Acción Nacional (PAN) negó que la autoridad del ramo se hubiera extralimitado o apartado de la ley en este diferendo.
El presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Francisco Hernández, criticó en tribuna los motivos que generaron la crisis en el SME, en especial el desconocimiento oficial al liderezgo de Esparza.
De quedar impune esta intervención, afirmó, los sindicatos sólo podrán operar con la anuencia de una autoridad externa, a la que tendrán que solicitarle su venia para redactar estatutos, elegir representantes y organizar su administración.
Así, la izquierda integrada por el PRD, PT y Convergencia, junto con el PRI logró que la cámara exhortara a Lozano a permitir “que el SME pueda recuperar su representación jurídica completa”.
El panista Arturo Ramírez dijo que la elección de dirigentes del SME que generó el conflicto, tiene anomalías, por lo cual no se da la toma de nota a Esparza.
Esto motivó críticas de los perredistas Víctor Manuel Castro Cosío y Rodolfo Lara Lagunes y de los diputados del Partido del Trabajo (PT) Gerardo Fernández Noroña, Porfirio Muñoz Ledo y Jaime Cárdenas Gracia.
Castro dijo que desde la Secretaría del Trabajo “se agrede autonomía sindical”.
El presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, el priísta, Carlos Aceves del Olmo, respaldó la decisión de la Secretaría del Trabajo de no otorgar la toma de nota a Esparza.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, Gustavo Madero, rechazó que los electricistas hayan amagado con una huelga, mientras Silvano Aureoles, del PRD, pidió mesura y tranquilidad a los trabajadores, pero al titular del Trabajo, Javier Lozano, le demandó dejar su actitud “bravucona”.