SEÚL, COREA DEL SUR.- Un destructor estadounidense sigue de cerca a un buque norcoreano que se sospecha transporta armas hacia Myanmar y pone a prueba las nuevas sanciones de la ONU, en momentos en que aumentan las expectativas de que Corea del Norte realizará pronto un ensayo con misiles de corto o mediano alcance en su costa oriental.
EL buque Kang Nam salió del puerto norcoreano de Nampo hace una semana y el destructor estadounidense John S. McCain está siguiéndolo mientras navega frente a la costa de China.
La travesía es la primera prueba para una nueva serie de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizan a los estados miembros a inspeccionar barcos norcoreanos sospechosos de transportar armamento y materiales prohibidos.
Las sanciones son un castigo por un ensayo nuclear subterráneo que Corea del Norte realizó el mes pasado en desafío de resoluciones previas del Consejo.
Pyongyang ha dicho que consideraría cualquier intercepción de sus buques un "acto de guerra" y su principal diario, Rodong Sinmun, advirtió que la península coreana estaba al borde de una guerra nuclear.
Un funcionario estadounidense dijo la semana pasada que el destructor no tenía órdenes de interceptar al barco.
Da Kim Jong-Il primer paso para sucesión
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-Il, entregó el control de la Policía Secreta a su hijo menor Kim Jong-Un, en lo que se considera un primer paso del proceso de sucesión, informó el diario sudcoreano Dong-A Ilbo en su página Web.
Según el diario, una fuente "conocedora de la situación de Corea del Norte" dijo que el líder norcoreano visitó la Agencia de Seguridad Nacional en Pyongyang en marzo junto a su hijo, ocasión que aprovechó para pedir que fuera tomado en cuenta como jefe y lo defendieran con su vida.
La Policía Secreta se encarga de supervisar las tendencias ideológicas de los norcoreanos, busca a disidentes y conduce las operaciones de los espías tanto en las unidades militares como en el exterior.
