Intento. El secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Tomas Shannon (i), se reune con las comisiones del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y del presidente interino, Roberto Micheletti, en la casa del embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, en Tegucigalpa, Honduras. EFE
Una misión de Estados Unidos inició ayer, rodeada de hermetismo, gestiones con el fin de impulsar el diálogo para encontrar una salida a la crisis política que vive Honduras, mientras otra delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) hace esfuerzos similares desde el martes.
Ambas delegaciones visitaron ayer a Manuel Zelaya, por separado, en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece desde el 21 de septiembre tras volver por sorpresa al país, del que fue expulsado por los militares durante el Golpe de Estado, el 28 de junio pasado.
Antes de visitar al depuesto gobernante, la misión estadounidense se reunió en conjunto con las comisiones de diálogo de Zelaya y del presidente de facto, Roberto Micheletti, en la residencia del embajador estadounidense, Hugo Llorens, dijo una fuente de la embajada de Estados Unidos, sin dar detalles.
La delegación, que llegó ayer a Tegucigalpa, está encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina de EU, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para la región, Dan Restrepo.
Los enviados estadounidenses no han hecho declaraciones a la prensa, mientras que la embajada tampoco ha divulgado su agenda oficial y el Gobierno de facto dice desconocerla.
Zelaya declaró a Radio Globo, tras recibir a la misión de EU, que "se mantiene la misma posición: ni Estados Unidos ni nosotros hemos modificado nuestro apoyo a la democracia", ni a unas elecciones transparentes, "con igualdad de condiciones".
"Esto es un proceso (electoral) fraudulento que va a ser negado por las naciones del mundo, y Honduras va a seguir aislado", apuntó, al aludir a los comicios programados para el próximo 29 de noviembre en Honduras.
La misión estadounidense llegó a Honduras cuando se cumplen cuatro meses de la expulsión de Zelaya del país por parte de los militares y de la designación de Micheletti por el Parlamento.
La delegación "instará a ambos a mostrar flexibilidad y a que redoblen sus esfuerzos para que la crisis llegue a su fin", señaló la legación estadounidense en un breve boletín.
El canciller del Gobierno de facto, Carlos López, comentó ayer en una rueda de prensa que tiene "las mejores expectativas" sobre las gestiones de la misión estadounidense.
López espera que los enviados de Washington "puedan encontrar un resultado satisfactorio tanto para ellos como para el Gobierno de Honduras".
Shannon dijo el martes en Washington que en este país centroamericano se entrevistarán con actores políticos, económicos y sociales, en un "esfuerzo para continuar promoviendo una solución hondureña" a la crisis, "a través del diálogo internacional".
La visita de la delegación de Estados Unidos coincide con las gestiones que desde el martes también realiza en Tegucigalpa una misión de la OEA, encabezada por el secretario de Asuntos Políticos de ese organismo, Víctor Rico.
Los representantes de la OEA se reunieron ayer en la embajada brasileña con el derrocado jefe de Estado y su comisión también como parte del impulso a la reactivación del diálogo entre los grupos de Micheletti y Zelaya, que este último dio por finalizado el viernes.
Las conversaciones se suspendieron por el desacuerdo entre ambas comisiones sobre la restitución de Zelaya en el poder.
"El diálogo está concluido, señores", sentenció ante los periodistas el jefe de la delegación de Zelaya en el diálogo, Víctor Meza, a la salida de la reunión con la OEA.
Micheletti reiteró anoche que "no hay restitución" ni habrá arreglo de la crisis "si no es posterior a las elecciones", y reiteró su propuesta de que él y Zelaya se aparten y den lugar a un nuevo mandatario, lo que el derrocado gobernante rechaza.
La delegación de Estados Unidos finalizará hoy su visita a Honduras, según su embajada.