Cada mamá, una historia
Hermosas, jóvenes, fuertes, luchadoras y amorosas, otras no tan bellas ni tan ágiles y juveniles, pero todas entregadas en cuerpo y alma a sus hijos, contra todo y contra todos, siempre están ahí, en el momento oportuno y también en los inoportunos, para brindar la mano y el consejo, ofrecer el hombro y hasta para presumir los logros de sus vástagos.
COAHUILA 'VOLVERÍA A SER MADRE'
A sus 101 años de vida, Severita Adame Sánchez es un ejemplo para las actuales y futuras generaciones. Es una madre que con el orgullo reflejado en su rostro maltrecho por el paso del tiempo, demuestra el amor por sus hijos.
Poco a poco van mermando sus facultades físicas, pero sigue adelante con la fuerza que su edad le permite. "Si volviera a nacer, volvería a ser madre, porque los hijos, son una bendición de Dios".
Ha sabido sortear los vaivenes de la vida y aunque son menos sus facultades físicas, esto no la imposibilita para valerse por sí misma.
DURANGO 'PARTIÓ SU CORAZÓN EN CUATRO'
Pensar que dos manos son suficientes en el caso de Mélida Rivas Ramos, no aplica del todo, porque la vida le cambió de forma total hace casi cuatro meses, cuando alumbró a cuatro bebés.
Ella es licenciada en Informática y labora como empleada municipal, pero desde el primer día del año se enfrenta al reto de alimentar, bañar, dormir y atender las necesidades de Paulina, Karla Daniela, Julio César y Alejandro, amén de ir a su jornada laboral y estar al pendiente de su marido.
Pero esta mujer sigue ensoñada con sus pequeños y toma la atención a ellos, como un impulso en su vida. A Meli, como le llama su esposo y su familia política, la apoya con el cuidado de los niños su cónyuge Omar Páez, quien por igual los baña, que cambia pañales, los arrulla o consuela, lo cual agradece.
Apenas hace unas semanas, los seis se mudaron de casa, ya que los primeros meses se mantuvieron en el hogar de su esposo, para recibir la ayuda de su suegra y de sus cuñados, porque nadie les dice a los cuatrillizos cómo llorar por etapas, y a veces, como un pequeño cuarteto se sincronizan para llorar al unísono.
JALISCO 'ATRAPÓ AL ASESINO DE SU HIJO'
El 16 de septiembre de 2002 fue lunes. Ramona Díaz Reynoso lo recibió con la noticia de que su cuarto hijo, de 31 años, fue asesinado a sangre fría por un hombre que llaman "El Coyote".
El criminal huyó con rumbo a Estados Unidos. Cuando Leonel Partida Díaz fue asesinado, más de 10 hombres estuvieron presentes.
Paso un año. La parsimonia de las autoridades sobre el caso fue evidente ante la madre de Leonel, así que Ramona, cuando contaba con 57 años, decidió buscar a "El Coyote" y entregarlo a la justicia mexicana: la muerte de su hijo no podía quedar impune.
El 16 de marzo de 2005, el asesino fue puesto a disposición de una juez de Zapotlanejo. La sentencia era inminente, los testigos lo identificaron, pero la juez, María de Lourdes Huízar Estrada lo absolvió.
CHIHUAHUA 'EL AMOR NO CONOCE IDIOMAS'
"Ich liebe meine mattic sehr: Yo quiero mucho a mi mamá", para Sara, Daniela, Esteban y Cristina, el amor no sabe de idiomas, culturas o colores de piel.
La mayor de los pequeños, Cristina, de 10 años, es una indígena raramuri originaria de Samachique, un pequeño poblado del municipio de Guachochi, enclavado en el corazón de la sierra, donde la pobreza es el común denominador para los tarahumara; su mamá, Sara Martens, es nativa de la colonia menonita del municipio de Cuauhtémoc, pueblo que se rige por las costumbres de las granjas alemanas del siglo antepasado. Cristina llegó a la familia Thiessen, luego de que su madre biológica la "regalara" a quien pudiera amarla, antes de morir.
SAN LUIS POTOSÍ 'UNA MADRE CON MUCHA DINAMITA'
El rudo oficio del cuadrilátero se tiene que dividir entre la ternura para moldear niños y la furia para combatir con adversarios en la arena. En ambos casos, la tarea es luchar y asegurarse de ganar.
Mientras que los fines de semana aplica quebradoras y castiga a cualquiera de sus contrincantes, de lunes a viernes prepara la comida, plancha el uniforme de sus hijos, conversa con su esposo y sale a tomar café con sus amigas, quienes no conocen su identidad de gladiadora.
Así lo entiende Lady Dinamita, quien desde niña se interesó por el acondicionamiento físico y a edad mayor, por ganar en fuerza física a sus adversarios, en la lucha libre.
MICHOACÁN 'AGARRA AL TORO POR LOS CUERNOS'
Tan sólo un mes falta para que Marbella Romero Núñez vea cumplir uno de sus máximos sueños; convertirse en madre. Es la única mujer en el país que después de enfrentarse a los toros en el ruedo y tener reconocimientos internacionales como la única matadora mexicana, ahora su vida dará un giro de 180 grados al dedicar su tiempo a su pequeño.
Por el momento, su actividad en la fiesta brava se suspendió, porque lo más importante para ella, es el embarazo que la consolidará como madre de su primer hijo y desde el día que lo tenga en sus brazos, caminará siempre junto a él ayudándolo.