Designación. El senador Santiago Creel, dialoga con los recién nombrados consejeros de Pemex, Héctor Moreira, José Fortunato Álvarez y Rogelio Gasca Neri, quienes ayer tomaron protesta en la Cámara Alta.
En esta Administración difícilmente se podrán eliminar los rezagos en materia de refinación.
Esta Administración dejará un saldo negativo en materia de refinación. Sin nueva infraestructura y ni obras de importancia que puedan contrarrestar la tendencia de deterioro del Sistema Nacional de Refinación, los rezagos seguirán estando presentes en los próximos cuatros años.
De acuerdo con la Prospectiva de Petrolíferos 2008-2017, las seis refinerías que opera Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentarán marginalmente su capacidad de procesamiento de crudo, pero el país registrará un déficit entre producción y demanda de gasolinas Magna y Premium de 352 mil barriles diarios en 2012, volumen equivalente a 65% de lo que se producirá en ese mismo año.
En 2007, los complejos de Cadereyta, Madero, Tula, Salamanca, Minatitlán y Salina Cruz registraron capacidad para procesar un millón 269 mil barriles diarios de petróleo crudo, en sus dos tipos (ligero y pesado).
La secretaria de Energía, Georgina Kessel Martínez, prevé que dentro de 4 años las refinerías podrán procesar un millón 437 mil barriles diarios, es decir, apenas 168 mil barriles más.
Esta situación permitirá que el sistema de refinación aumente su producción de gasolinas a 537 mil barriles diarios, cuando en 2007 producía aproximadamente 443 mil barriles diarios.
No obstante, la perspectiva oficial contempla que el parque vehicular a gasolina pasara de 19 millones 442 mil unidades a 25 millones 446 mil unidades en el mismo periodo, demanda que presionará la capacidad de producción.
Se espera que ese número de vehículos, de los cuales cerca de 4 millones serán automóviles chatarra que se importen de Estados Unidos, contribuirá a elevar el consumo de gasolinas en 889 mil barriles diarios en sus dos tipos.
Por ello, la Secretaría de Energía (Sener) contempla la posibilidad de que en el último año de la presente Administración las importaciones de combustibles automotores alcance su nivel máximo al promediar 352 mil barriles por día. Anticipa que los nuevos proyectos de infraestructura, al menos los más importantes, como la nueva refinería, la reconfiguración de Minatitlán y la conversión de residuales en Salamanca y Tula, serán factor importante para que México produzca más gasolinas, aunque en 2014.
Por lo pronto, las evidencias revelan que el incremento de producción de gasolinas por refinería en lo que resta de la presente Administración difícilmente podrán contribuir a eliminar los rezagos en materia de refinación.
Se prevé que dos de las seis refinerías, Salamanca y Salina Cruz, incluso registren una baja en su capacidad de producción de -5.5% y -0.2% en 2012, y que Tula sólo aumente su capacidad en 3.4%.
Pemex habría iniciado en 2009 un programa únicamente de sostenimiento de la producción de las seis refinerías que actualmente opera, mediante cuantiosas inversiones del orden de 69 mil 673 millones de pesos para los próximos seis años.
El mayor peso del aumento esperado de la oferta de gasolinas provendrá, sin lugar a dudas, de nueva infraestructura, es decir, de la construcción de al menos dos refinerías en los próximos ocho años. Con el primer complejo, cuya construcción se planea iniciar este año y concluir en 2014, se podrá alcanzar la meta de producir 737 mil barriles diarios de gasolina Magna y Premium, frente a una demanda del sector transporte que se estima en 908 mil barriles diarios. Esta situación supone, según las expectativas oficiales, que México seguiría comprando grandes volúmenes de combustibles automotores en ese año, estimados en 191 mil barriles por día. La segunda refinería, que tentativamente estaría ubicada en el Pacífico, cerca del complejo de Salina Cruz, Oaxaca, brindaría la oportunidad de elevar aún más la producción de gasolinas.
Se espera que para 2016, cuando entre en operación este segundo complejo, la producción de gasolinas en sus dos presentaciones se ubique en 888 mil barriles diarios.
Sin embargo, la demanda interna seguiría estando por arriba de la oferta y México tendría que cubrir su demanda interna con importaciones, aunque en menor volumen (unos 75 mil barriles por día). De esta manera, este y el próximo sexenio difícilmente podrían alcanzar la autosuficiencia de productos petrolíferos, a pesar de las enormes inversiones que se pretende canalizar al Sistema Nacional de Refinación.
