Meta. Según el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Juan Manuel Gómez Robledo, en Copenhague podría aprobarse el Fondo Verde y ver la luz en diciembre de 2010.
En medio del escepticismo que ronda la Cumbre del Clima 2009, celebrada en Copenhague, el presidente Felipe Calderón busca colgarse una medalla: la aprobación del Fondo Verde, una propuesta que es cabildeada desde hace más de un año por el Gobierno mexicano.
Según el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, en la reunión de Copenhague podría aprobarse el Fondo Verde y ver la luz en diciembre de 2010, cuando México sea la sede de la decimosexta conferencia sobre cambio climático de la ONU.
"Nuestra meta es salir de Copenhague con una definición muy clara de lo que va a ser el Fondo Verde, y luego desarrollar sus términos de referencia de aquí a México.
"El presidente Calderón no ha dejado un solo foro sin hacer una presentación del Fondo Verde. No hemos perdido una oportunidad, en todos lados hemos puesto el tema. La recepción ha ido mejorado conforme la hemos explicado, afinado, detallado, y se han ido incorporando ideas que no estaban en la idea original", explica el funcionario.
Presentado por primera vez en la quinta Cumbre de América Latina y el Caribe, en mayo de 2008 en Perú, el Fondo Verde pretende constituirse con la aportación de todos los países que lo suscriban -a excepción de los menos desarrollados-, con la intención de financiar proyectos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero en los países que lo requieran.
La propuesta ya ha sido respaldada por Gran Bretaña, Suecia y España, y recibirá en Copenhague un premio de la organización Globe International, un foro ambiental integrado por legisladores de todo el mundo; además, Alemania y Japón también se pronunciaron por la necesidad de fondear los proyectos de mitigación del cambio climático de los países menos desarrollados, por lo que Gómez Robledo está confiado en que finalmente este fondo se concretará.
"México ha privilegiado en sus propuestas el tema del financiamiento, porque lo vemos como un elemento transversal del que dependen todos los demás. Es decir, si bien en los medios, en las discusiones entre expertos, el tema aparentemente más importante es cuánto se reducen las emisiones de dióxido de carbono, y quién primero y quién después, el análisis que ha hecho México es que la razón por la que las metas de Kyoto no se alcanzaron fue en gran medida porque no existían los incentivos económicos para que los países en desarrollo los alcanzaran", señala el subsecretario.
Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) para los próximos 20 años se necesitarán 100 mil millones de dólares anuales para atender los efectos causados por el incremento de la temperatura en el planeta. Por lo pronto, el fondo podría arrancar con 10 mil millones, aportados por los 192 estados miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de acuerdo a sus posibilidades.
La intención es que los proyectos que sean apoyados por el fondo se encaminen principalmente al tema de la mitigación del cambio climático, es decir, la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, y no tanto a la adaptación, en la que caben las obras de infraestructura para evitar inundaciones y otras catástrofes relacionadas con los efectos climáticos.
"Todo país tiene que hacer inversiones muy importantes en términos de infraestructura para poder adaptarse a los efectos del cambio climático, pero eso lo van a hacer los países de cualquier modo. En cambio, lo que los países no necesariamente están motivados a hacer son reducciones drásticas de emisiones, y si no lo han hecho antes es porque no han tenido los incentivos y han tenido la excusa de que son países en desarrollo", considera Gómez Robledo.
SE PRESUME RESPONSABLE
México está dentro de los países que, según el Protocolo de Kyoto, no están obligados a comprometerse en la reducción de emisiones de gases; sin embargo, el Gobierno de Calderón decidió ponerse metas y dar a conocer sus resultados.
"México, de manera voluntaria, está rindiendo cuentas. Somos el único país que ha hecho inventarios de sus emisiones y los ha comunicado. Estamos a punto de entregar la cuarta comunicación y es algo extraordinariamente complejo desde el punto de vista técnico. Somos uno de los primeros países en desarrollo en dotarnos de un programa especial de cambio climático que fue anunciado el 5 de junio, un programa que fija metas para que de aquí a 2012 se reduzca 8 por ciento las emisiones", explica el funcionario.
Sin embargo, México no ha dado a conocer la meta de reducción para 2020, mientras que otros países que tampoco pertenecen al Anexo 1, como China e India, anunciaron que reducirán sus emisiones en un 40 y un 20 por ciento respectivamente, con relación a lo emitido en 2005.
México hará el anuncio en el marco de la Cumbre de Copenhague, como lo harán otros países desarrollados y en desarrollo, de manera que al final se pueda llegar a una meta internacional que complemente la meta incumplida del Protocolo de Kyoto, la cual proponía reducir en 5.2 por ciento las emisiones entre 2008 y 2012.
"Hay que aceptar que Copenhague no será necesariamente el acuerdo que hubiéramos querido, pero lo interesante para México es que genere nuevas negociaciones. Queremos recibir de Copenhague mandatos y plazos muy claros para que lo que no se haya podido acordar aquí se acuerde a más tardar en México, en la conferencia de 2010", añade Gómez Robledo.