El presidente de México, Felipe Calderón, saluda al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, este mediodía en el Instituto Cultural de México, en Washington, donde sostienen en encuentro privado Foto: EFE
El Presidente Calderón y el Mandatario electo de EU, Barack Obama sostienen una reunión privada en el Instituto de Cultura de México en Washington donde hablan de narcotráfico e inmigración.
Los dos países consideran el tráfico de drogas y sus carteles como una amenaza para su seguridad interna pero, aunque coinciden en que deben darse condiciones para la legalización de inmigrantes indocumentados, parece difícil que el nuevo gobierno de Obama pudiera abordar una reforma migratoria con la rapidez que Calderón quisiera.
Estados Unidos y México comparten una frontera común de 3,200 kilómetros (2,000 millas) por donde han ingresado la mayoría de unos 12 millones de indocumentados que viven en la nación. De ellos, más de ocho millones son de origen mexicano y Calderón ha dicho que México requería ayuda para generar empleos y evitar la fuga de sus ciudadanos en busca de mejoras económicas.
El presidente Felipe Calderón comenzó una visita de tres días en la que le subrayará ante la clase política norteamericana el respeto a la soberanía y la necesidad de promover principios de corresponsabilidad.
Calderón sostendrá una agenda en la que prevé conversar, además de los mandatarios entrante y saliente, con líderes del Congreso, también con representantes de los organismos financieros mundiales que tienen sede en esa ciudad para abordar el tema de la crisis económica mundial.
Para ello, Calderón viajó a esta gira acompañado por los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont; de Hacienda, Agustín Carstens y de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, además de tres legisladores de los partidos políticos de mayor representación en el país, incluido el PRD.
La oficina de Calderón dijo el domingo en la capital mexicana que el presidente abordará con Obama un "tratamiento integral" al problema de inmigración.
Indicó que "buscará en particular, promover mejores condiciones para los mexicanos en Estados Unidos, sobre la base del respeto a sus derechos y el reconocimiento pleno a la aportación económica, social y cultural que realizan".
Durante la campaña, Obama habló de la posibilidad de "renegociar" el tratado de libre comercio con México vigente desde hace 14 años e insertarle aspectos que promuevan una mayor prosperidad de los trabajadores y otros relacionados al medio ambiente. Calderón, sin embargo, ha rechazado esa propuesta afirmando tendría "efectos perjudiciales" para ambos países.