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Camino de reflexión

Addenda

GERMÁN FROTO Y MADARIAGA

Hay sueños cuya realización sólo depende de nosotros. Aunque a veces la vida nos gana y para cuando acordamos, ya no nos es posible realizar.

Por eso me dio gusto que mi amigo Íñigo Belausteguigoitia, haya emprendido, este fin de semana, un largo viaje para recorrer a pie la ruta de Santiago de Compostela.

Siendo como es un feliz abuelo y casi frisando la tercera edad, mi amigo tomó una mochila, en la que llevará escasas pertenencias para el viaje y así ligero de equipaje, emprenderá la ruta que en un tiempo recorrió Santiago el hermano de Juan el Apóstol.

Será un camino de reflexión y encuentro consigo mismo y por eso, en estas líneas, le digo lo que no le dije, en la reunión de despedida, que tuvimos con otros entrañables amigos.

Has escogido la ruta más difícil, la que parte allende Los Pirineos y tu primera meta será llegar a Roncesvalles. Tendrás por delante ochocientos kilómetros a recorrer, pero no debes pensar en el final de la ruta, sino sólo en los kilómetros que recorrerás cada día, pues recuerda que: "Cada día tiene su afán".

Cuida siempre tu postura. Que ningún peregrino que se cruce contigo, vea una cara de tristeza o derrota, sino sólo una sonrisa, porque estás realizando uno de tus sueños.

Atrás, quedaremos todos: Esposa, familia, amigos, negocios, pero nada debe perturbar tu mente. Todo estará aquí para cuando regreses. Hazte uno con el camino, porque ese camino te lleva a la perfección, por una senda de estrellas.

Sé que te gusta platicar mucho, y tendrás ahora la oportunidad de hacerlo con "el hombre que siempre va contigo", tu propia conciencia. Recuerda que no hay mejor ni más sincero interlocutor que tu yo interior.

Pasarás por Pamplona y Logroño. Al transitar por el País Vasco, recordarás, seguramente a tu padre. No te entristezcas, porque él hubiera estado orgulloso de éste, tu viaje, y de saber que tuviste el coraje para recorrerlo paso a paso.

Cuando toques Burgos, no te detengas a admirar la heredad del Cid Campeador, ni siquiera visites su tumba. Pero recuerda sí las proezas de don Rodrigo y saca fuerzas para seguir adelante, ganando batallas aun después de haber sido vencido por el cansancio.

Tramo largo te espera entre Burgos y León, mas no apresures el paso, pues lo que hallarás al final del camino, ya lo conoces, lo importante está en la ruta, no en la meta.

Los griegos llamaban a la verdad "aletheia", lo cual significa ausencia de olvido. Esa verdad llena de recuerdos, está dentro de tu corazón, en donde habita la concordia. Descubre esa verdad que siempre has llevado ahí y te encontrarás a ti mismo, como el hombre que ahora eres.

De León, a Astorga y Ponferrada, es un tramo corto. Recórrelo con mayor alegría, porque te quedará poco tiempo para llegar al final de la ruta y para tus reflexiones.

De Ponferrada a Santiago, es el último tramo, antes de tocar la columna sagrada. Mas no te detengas ni en el río Lavacolla, porque sus aguas han sido siempre sucias y tú vas limpio de espíritu, tú serás entonces un hombre renovado.

Recuerda, cuando llegues a tu destino, lo que Kavafis dice en su poema: Itaca: "Aunque pobre la encuentres (a Itaca), no hubo engaño. Sabio como te has vuelto, con tantas experiencias, comprenderás al fin, qué significan las itacas".

Entenderás entonces, que lo valioso del viaje no estaba en llagar a Compostela, sino en todo lo aprendido a lo largo de la ruta.

Pero además, habrás cumplido uno de tus sueños y aceptarás que en eso consiste la vida: en ir creando sueños y cumplirlos.

Que Dios te bendiga en esta travesía y pronto nos reunamos a degustar la rica paella que Julio prometió.

Por lo demás: "Hasta que nos volvamos a encontrar que Dios te guarde en la palma de Su mano".

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