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CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA (VIGÉSIMA CUARTA PARTE)

DR. VÍCTOR ALBORES GARCÍA

EL ROL DE MÉDICOS Y MAESTROS EN LA SALUD MENTAL NUESTRA SALUD MENTAL

Aunque al parecer me he alejado un tanto del objetivo original de este planteamiento, debo enfatizar una vez más antes de regresar al mismo, la importancia del rol que los maestros juegan en la educación de los individuos en general desde los niveles más básicos de nuestro sistema educativo.

Y al hablar de niveles más básicos, como ya se dijo anteriormente, hay que considerar a los padres como los primeros educadores al respecto, dentro del hogar y de la vida familiar, para posteriormente continuar con los maestros a lo largo de todos los niveles escolares, incluyendo naturalmente los de educación media y los profesionales y postprofesionales, y no exclusivamente los primeros años de nuestro desarrollo como se tiende a limitar en el presente.

Por lo mismo, los maestros encargados del tema deben por lo tanto poseer una capacitación especial, amplia, muy completa, actualizada y de un gran criterio para determinar la forma en que los temas se deban explorar y plantear en cada una de las diferentes etapas de la vida. Es obvio y todos estaremos de acuerdo en que será diferente la forma en que ello se revise con los chicos y chicas preescolares, que con los de primeros niveles en la primaria, los prepúberes, o los adolescentes mismos, sea en sus años más tempranos que en las etapas posteriores, así como en los adultos jóvenes dependiendo de sus edades. Para lograr tales objetivos, se requiere de maestros no sólo responsables y bien capacitados, que tengan la vocación y amen su profesión, por encima de todas esas redes, conflictos, fraudes, luchas de poder sindicales y diferentes estilos de trampas burocráticas que desgraciadamente se atraviesan en un alto porcentaje en nuestro no siempre transparente o académico sistema educativo mexicano; factores todos ellos que vienen a desvirtuar los objetivos básicos de la educación.

Me parece que es ahí precisamente y una vez más, donde se requiere de la presencia de los psicólogos también especializados en dicha área del conocimiento en un tema tan básico como es el de la sexualidad, de manera que logren formar equipo con los maestros, para diseñar un programa de estudios semejante, que a la vez pueda ser llevado a la práctica y corregido conforme vaya siendo aplicado en los diferentes niveles escolares.

Ambos, maestros y psicólogos, pueden a su vez funcionar como asesores y escuchar de las múltiples y muy diversas inquietudes, dudas y cuestionamientos que tienen los estudiantes al respecto y que en tantas ocasiones no sienten la confianza para llevar y plantear en sus hogares, tal vez porque precisamente, ese tipo de comunicación no ha sido abierto del todo entre los padres y los hijos, y ha permanecido como uno más de los temas prohibidos e intocables que es imposible llegar a tratar o ni siquiera mencionar en las familias.

La presencia de este tipo de especialistas atentos y bien capacitados, que tienen el tiempo suficiente para detectar tales inquietudes dentro del sistema escolar, traerá como consecuencia, un tipo de educación sexual mucho más saludable y práctica que ayude a los estudiantes de todas las edades a reconocer y enfrentar el bombardeo de información proveniente del ambiente sociocultural, a través de los mitos, las creencias, las invenciones, las distorsiones y las supersticiones generalizadas, avalados y reforzados como ya se ha mencionado por ese estilo distorsionado de desinformación que en un alto porcentaje transmiten los medios de comunicación en nuestro país.

Dicho tipo de asesoría profesional puede y debe de servir entonces como una guía más confiable para obtener la información necesaria y la aclaración de dudas y distorsiones tan extendidas. Me parece que a la larga, dicho trabajo ayudaría a la cimentación y formación de una educación más sólida en chicos y chicas, así como en su proceso de maduración, lo que a su vez podría resultar en un tipo de sexualidad más madura.

Una formación sexual en la que por lógica se presenten un menor número de esos embarazos accidentales, no deseados ni planeados, y que en tantos de los casos, los padres no tienen la capacidad ni la madurez, o la preparación para enfrentar la responsabilidad que representa la maternidad o la paternidad, o ni siquiera el hecho de tener una pareja; factores todos ellos que arrastran serias y complicadas consecuencias, no sólo en ese momento, sino a lo largo de las vidas de todos estos hombres, mujeres y criaturas que llegan a enfrentar dicho conflicto.

Se trata de un conflicto que contrario a lo que uno pensaría al saber que existe un mayor esfuerzo por desarrollar programas de educación sexual en las primarias y las secundarias, sigue estando presente tanto entre los adolescentes maduros biológicamente, como entre los mismos adultos jóvenes.

Un conflicto que igual manera se presenta con bastante frecuencia en los niveles universitarios, en donde idealmente se piensa que hay un más alto nivel de educación y conocimientos al respecto. Pero lo que es todavía más increíble y curioso, es la frecuencia con que este tipo de embarazos se presentan en aquellas escuelas donde se capacita a los profesionales de la salud, tales como Medicina, Odontología, Psicología y Enfermería, en las que menos se esperaría que algo semejante sucediera, ante la creencia que se trata de estudiantes que deberían estar mejor preparados al respecto y con un nivel de conocimientos más alto, al tratarse de profesiones semejantes.

(Continuará...)

Asociación de Psiquiatría y Salud Mental

De La Laguna A.C. (PSILAC)

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