La fiesta mexicana se vive a lo grande en los Estados Unidos cuando los equipos nacionales llegan a ese territorio, aunque en el partido de ayer, el estadio lucío casi vacío. (Fotografía de Rammón Sotomayor C.)
FOXBORO, MASS.- A los paisanos en Estados Unidos no les importa si juega o no su equipo favorito, sino que es el pretexto perfecto para ir a disfrutar en suelo extranjero el deporte nacional que los caracteriza, el futbol soccer.
Pero los compatriotas aprovechan a la perfección, las facilidades que les otorgan las autoridades norteamericanas al comprar su boleto de estacionamiento previo a los partidos de futbol, para hacer sus famosas carnes asadas, tomarse cervezas bien frías y echar una "piquita" en el asfalto. Para cualquier eventualidad, hay baños portátiles para no acumular los "litros de felicidad".
Fue poca gente la que asistió al Gillette Stadium por diversos factores. El principal, que no fue un partido oficial de la MLS, celebrado a media semana y en Foxboro, una localidad similar en cuanto a población a Ciudad Lerdo, muy distante de Boston (suroeste), casi colindante con Providence, capital del estado de Rhode Island.
Los "paisa" arman un gran ambiente, al grado que las jovencitas oriundas de aquí se acercan para bailar el jarabe tapatío, música de banda y norteña, refrescándose con cervezas nacionales e importadas.
Con un clima templado pero con aire fresco y una temperatura de 24 grados centígrados, los residentes del noreste de la Unión Americana portan ropa ligera para mitigar lo que ellos consideran un calor "agobiante".
Jorge es de Michoacán, pero porta la playera original de los Guerreros y dice: "pues no le voy, pero como no juega Morelia, había que apoyar a alguien, es de las pocas ocasiones que vemos futbol con equipos mexicanos".
Su amigo Alejandro es de la capital del país, o como él lo llama, "chilango", Tiene poco de llegar al extranjero a la búsqueda del "sueño americano", aunque dice que lo que más le puede, es alejarse de su novia, Lucía.
El partido entre el Chicago Fire y el New England Revolution está en desarrollo, pero a los mexicanos poco les importa, ya que dicen el juego de los "gringos" es demasiado físico, al grado de no generar espectáculo y futbol.
Costillas, cortes, salchichas asadas y hamburguesas es parte de la comida de los aficionados, los cuales llegan con todo preparado en las cajas de sus camionetas, así como hieleras repletas de todo tipo de líquidos.
Playeras de Chivas y América abundan, pero se pierden y no se reflejan en el mar de butacas del enorme inmueble, en la sede donde también juegan los Patriotas de la NFL.
Los gritos de "México, México, México" no dejan de escucharse, así como las banderas mexicanas de ondear.
