Los trabajadores de las oficinas de la zona aprovecharon su hora de comida para disfrutar de este encuentro junto con sus compañeros de trabajo.
Sin perder un instante de atención al encuentro de México contra Estados Unidos, los visitantes a los bares de la Zona Rosa consumen en medio de la algarabía sus bebidas favoritas conviviendo con sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.
Aunque los ánimos decayeron entre los aficionados por instantes ante la tempranera anotación del equipo estadounidense, los comensales recuperaron la alegría y los brindis regresaron con el empate del equipo tricolor.
Otros que tampoco dudaron en manifestar su alegría fueron los encargados de los "antros" de la calle de Génova, quienes dispusieron de pantallas y pusieron a trabajar a todo vapor a su personal para atender la gran demanda que tuvieron estos lugares.
Durante un recurrido por la zona, se pudo observar a decenas de aficionados que se reunían afuera de los bares para observar, aunque sea de lejos pero de manera gratuita, este importante encuentro de futbol.
Uno de los seguidores de la Selección Mexicana que entró en compañía de ocho amigos a uno de estos bares, indicó que vinieron desde la zona de Lindavista con la esperanza de que hubiera pantallas gigantes en el Angel de la Independencia, y al no haberlas decidieron entrar a consumir.
Asimismo, los trabajadores de las oficinas de la zona aprovecharon su hora de comida para disfrutar de este encuentro junto con sus compañeros de trabajo.
Ese fue el caso de Mauricio Jiménez, quien no ocultó su convicción del triunfo de la Selección Mexicana y se dijo triste de no poder dirigirse al Angel de la Independencia a celebrarlo por tener que cumplir con sus obligaciones.
