Cuates. Los presidentes Hugo Chávez (i), de Venezuela, y Evo Morales (d), de Bolivia, se reunieron con su colega Rafael Correa para conmemorar la Independencia de Ecuador y ampliar la cooperación que mantienen. EFE
QUITO, ECUADOR.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, flanqueado por sus homólogos venezolano y boliviano, Hugo Chávez y Evo Morales, respectivamente, conmemoró ayer los 187 años de la Batalla del Pichincha, que selló la Independencia de Ecuador, y aseguró que radicalizará su "revolución ciudadana".
Correa ratificó también su compromiso con la integración latinoamericana y su posición bolivariana.
En el discurso pronunciado en el Templo de la Patria, un gran museo histórico construido en las faldas del volcán Pichincha, a cuyo pie se levanta Quito, Correa dijo que ayer los ecuatorianos celebraban "dos nacimientos libertarios".
El primero de ellos, precisó, porque en las faldas de esa montaña, el 24 de mayo de 1822, se encarnó la Batalla del Pichincha, la acción bélica que puso fin al dominio colonial español en Sudamérica.
En ese pasaje, el mandatario ecuatoriano evocó las figuras del Libertador Simón Bolívar y del mariscal Antonio José de Sucre, que comandó el Ejército en la gesta del Pichincha.
"Radicalizamos la revolución ciudadana, continuando con la política de apertura a todos los países del mundo, en un marco de mutuo respeto, buscando la integración latinoamericana, para seguir construyendo esta Patria Grande, de la que nos habló José Martí", señaló Correa.
Destacó la visita de Chávez y Morales, esta última no prevista, para asistir a la ceremonia por la Independencia y parafraseó a Bolívar: "La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino".
Además, el gobernante ecuatoriano recordó que se reunió desde ayer con Chávez en el V Encuentro Presidencial Ecuador-Venezuela, en el que ambos mandatarios pasaron revista a los proyectos bilaterales y destacó los avances registrados en materia energética y petrolera.
Ni Correa ni Chávez dejaron escapar anoche la oportunidad para criticar al capitalismo y evocar el "socialismo del siglo XXI", que ambos pregonan, e insistieron que la crisis financiera internacional es culpa del neoliberalismo.