El Papa Benedicto XVI celebró hoy la primera misa papal de la historia al aire libre en Jerusalén.
El Papa Benedicto XVI celebró hoy la primera misa papal de la historia al aire libre en Jerusalén, en una ceremonia religiosa que tuvo por escenario el evangélico huerto de Getsemani y al que acudieron varios miles de personas.
Palestinos cristianos de distintas corrientes, personal religioso destinado en la zona o incluso en países de alrededor, así como miles de trabajadores extranjeros de religión católica atendieron la misa que el Papa dio en el valle de Johashafat, a los pies de las murallas de Jerusalén antigua.
"Es una oportunidad que no se repetirá y pedimos a nuestros empleadores que nos dejaran venir", dijo Vika, una mujer moldava que trabaja en Israel como cuidadora de un anciano y que abrazó el catolicismo hace unos años por inducción de su esposo.
El lugar de la misa era un ir y venir de personas, todas bajo la atenta mirada de miles de agentes de policía que custodiaron la ciudad desde que el Papa llegó a ella el lunes.
Fuentes de la policía dijeron que se trata de "la mayor operación de seguridad de la historia israelí", y que ni siquiera el ex presidente estadunidense George W. Bush requirió tanta seguridad.
Según medios de prensa locales, más de 80 mil personas participan de alguna manera en la seguridad de Benedicto XVI, que mañana miércoles se desplazará a Belén para peregrinar a la Basílica de la Natividad, el lugar donde nació Jesús.
Este martes, el Papa apeló a Jesús en su homilía para que "instaure la paz" entre los pueblos y pidió a los miembros de las otras dos religiones monoteístas que alienten la "reconciliación y la paz" por encima del "lastre de los recuerdos".
"La paz sigue amenazada por el egoísmo, las luchas, las divisiones y los agravios del pasado", señaló el pontífice al pedir paz para la Tierra Santa ante unos ocho mil fieles que participaron en la misa.
El escenario elegido fue el huerto de Getsemani, el mismo al que acudió Jesús para su agonía hace más de dos mil años, en un valle entre las murallas de Jerusalén y el pictórico Monte de los Olivos.
Fue en ese huerto donde Jesús rezó su última oración antes de ser capturado por los romanos y donde ahora se alza la Iglesias de Todas las Naciones o de la Agonía.
Benedicto XVI recordó el mensaje de Jesús para Jerusalén, una ciudad en la que "no debe haber injusticia ni violencia".
Un mensaje de tolerancia que también transmitió esta mañana al visitar el lugar más sagrado del judaísmo, el Muro de las Lamentaciones, y reunirse con los grandes rabinos.
Otras veces abigarrado de feligreses y turistas, el Muro fue dejado libre este martes para que el Papa pudiera rezar ante él en privado, acompañado por un par de asesores, el rabino del lugar y un alto funcionario de gobierno israelí.
Bajo una gran expectación, el Papa pronunció un breve discurso en latín y colocó el tradicional "papelito" con una plegaria en los pliegues del que es el último vestigio del templo de Jerusalén.
En uno de los extractos del deseo papal ante el Muro de las Lamentaciones se puede leer: "Dios de Abraham, Isaac y Jacob, escucha el grito de los afligidos, de los temerosos y los desheredados'.
'Envía tu paz a Tierra Santa, a Oriente Medio, y a toda la familia de la humanidad", agregó.
El rabino Shmuel Rabinowitch -encargado de recibir al Papa- dijo a Notimex que "es importante que los líderes religiosos demos ejemplo al mundo. Ojalá esta visita tan histórica suponga una mayor concordia entre los pueblos".
En la ceremonia con los Grandes Rabinos de Israel, Yona Metzger y Shlomo Amar, se notó la ausencia de algunos miembros del Rabinato en protesta por la visita del Papa de origen alemán (misma nacionalidad de Adolfo Hitler, quien ordenó y perpetró el exterminio de los judíos).
El rabino Metzger reivindicó Jerusalén como "casa de la paz" y "capital eterna del pueblo judío", además de recordar "las persecuciones y el Holocausto, sufrimiento injustificado e irracional del pueblo judío durante generaciones y generaciones".
Una hora antes, y en un gesto de perfecta simetría, Benedicto XVI también visitó la Explanada de las Mezquitas y se reunió con el gran mufti de Jerusalén, Mohamed Ahmed Hussein.
La Cúpula de la Roca, también conocida como Mezquita de Omar y uno de los máximos santuarios musulmanes, "invita a nuestros corazones y espíritus a reflexionar sobre el misterio de la creación y la fe de Abraham", dijo el Papa.
"Aquí los caminos de las tres grandes religiones monoteístas se encuentran, recordando lo que tenemos en común", subrayó.
Ante el Gran Mufti, el Papa Benedicto XVI defendió el "diálogo sincero para construir un mundo de justicia y paz para las generaciones venideras".
Ante de la llegada del pontífice a la ciudad vieja, la Policía israelí detuvo a 10 ciudadanos árabes que portaban carteles contra la visita y pidiendo el boicot al Vaticano.
Este martes, en otro acto político reivindicativo, los palestinos lanzaron globos en Jerusalén con los colores de la bandera palestina.
Tras la visita matutina a los lugares santos del Islam y el judaísmo, el Papa rezó el Regina Coeli en el Cenáculo, donde según la tradición Jesús celebró la Ultima Cena.
Se trata de un lugar situado sobre la tumba del rey David, y que el Vaticano reivindica como suyo, en lo que supone otro de los obstáculos en la reconciliación judeo-cristiana.
