Actualmente existen tres mil 324 salas de lectura en la geografía nacional, y una de ellas, la que lleva el nombre del escritor Carlos Monsiváis, localizada en el Norte de la Ciudad de México, celebró el sábado sus seis años de vida como un 'motor de la educación', señaló Eduardo Aguirre.
Esos espacios, verdaderos recintos consagrados a la lectura, añadió Aguirre, cronista de la zona de Vallejo en el Distrito Federal y responsable de la sala, mantienen una incesante actividad en los espacios más disímbolos, como parques, autobuses, iglesias, mercados e, incluso, en el interior de un panteón.
La sala 'Carlos Monsiváis' festeja seis años de llevar el gozo por los libros a las familias de la capital del país.
Este espacio es claro ejemplo de dedicación, esfuerzo y éxito, que dan evidencia de que privilegiar la lectura como motor de la educación es un buen pretexto para convivir y socializar, advirtió Aguirre.
Aguirre decidió en 2003 abrir la sala de lectura 'Carlos Monsiváis', como homenaje al escritor, cronista, narrador, periodista y crítico. Para ello contó con el apoyo del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
En sus inicios la sala cambió de sede. Comenzó en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud del Instituto Politécnico Nacional (IPN), unidad Santo Tomás, y ahora funciona en la casa de Eduardo Aguirre.
También, de forma itinerante, en los hogares de varias familias de la colonia Nueva Vallejo, en el Norte de esta ciudad.
Tomás, uno de los usuarios frecuentes de la sala, tiene 11 años de edad y desde hace tres participa de ella, y sorprende por su memoria, facilidad de palabra y capacidad de aprenderse un poema en un día.
Los libros que más circulan en esa sala son los de vampiros, como el clásico 'Drácula', de Bram Stoker.