
Un sol humano, cientos de pétalos de cempasúchil al aire y gritos tan fuertes que querían escucharse en todo el mundo fueron las actividades en el Día de la Acción Climática que se celebró en la ciudad. “Vamos a dar un grito por el medio ambiente, que se oiga hasta Copenhague”, gritaba la organizadora ante mil personas, la mayoría jóvenes, que acudieron a la explanada de la delegación Venustiano Carranza mientras se colocaban en sus posiciones. Cada uno sabía ya su lugar. Unos de playera blanca, otros azul y los demás del color que quisieron, poco a poco formaron un sol con todo y sus rayos y en medio, el número 350. Todos estaban listos para la fotografía que se tomaría desde una grúa y que se mandaría a más de 170 países en el mundo que, al mismo tiempo, estaban haciendo acciones similares en pro del medio ambiente.