Viven su Navidad. El elenco de la obra Novicia Rebelde vivío a su manera una Navidad, intercambiando regalos, amor y los mejores deseos. AGENCIA REFORMA
El elenco del musical La Novicia Rebelde festeja su posada.
Aunque el hábito de monja y los vestidos suizos fueron relegados a sus baúles, y el frío de temporada los obligó a arroparse con abrigos y bufandas, Kika Édgar y parte del elenco de La Novicia Rebelde, se reunieron para intercambiar regalos y relatos navideños.
Cada uno pasará estas fiestas con sus familias, pero no quisieron dejar pasar la oportunidad de estar un tiempo juntos en una fecha previa, y recrearon cómo sería, en la ficción, una Navidad para la novicia y la familia Von Trapp.
Durante el invierno decembrino, un piano, su música y el baile, al ritmo de canciones como "Do, Re, Mi", "María" y "Tengo Confianza", son la única arma de siete niños, una ex novicia y un capitán del Ejército contra el terror nazi que se vive en Austria un año antes de la Segunda Guerra Mundial.
Y aunque en la obra, cuya temporada inició en marzo, jamás se llega a Navidad, se reunieron los personajes para que intercambiaran regalos, y María compartió con los niños una noche bajo el árbol navideño.
"Pasaré la Navidad con toda la familia, rodeada de todas las montañas. Cruzando para llegar a Suiza, llenándonos del espíritu navideño. Unas fogatas, con unas salchichas o un zorro y lo asamos", bromea María, La Novicia Rebelde, encarnada por Kika Édgar.
A TRAVÉS DE LA HISTORIA
En la puesta corre abril de 1938, y a la Alemania nazi está a punto de anexarse Austria, en un evento conocido como Anschluss. A pesar de que la novicia y los hijos del Capitán Von Trapp, Liesl, Friedrich, Brigitta, Martha, Gretl, Louisa y Kurt, huyen del nacionalsocialismo, sus cantos y fe los mantiene a salvo.
"El miedo es generalizado. No creo que sólo nosotros seamos la única familia que tema a los nazis, pero queremos huir de esta masacre, de tanta crueldad y muerte. El cariño nos mantiene tibios. El apoyo que nos tenemos entre nosotros es lo primordial", señala la novicia mientras extiende su regalo a la pequeña Gretl: un oso de peluche café con una playera azul.
El Capitán Von Trapp (interpretado por Lisardo), su ahora esposo, aún no llega al hogar, pues salió en busca de caza, pero un silbato nuevo envuelto y oculto en una caja le espera a su regreso.
"Es una relación de mucho respeto, mucho amor y mucha comprensión. Sé que, aunque no esté ahora con nosotros, su espíritu llena nuestro corazón, pues estamos aquí por él".
La Madre Superiora (Olivia Bucio) ora por todos y pide a Dios por ellos haciendo honor a esta festividad católica.
"¿Qué es lo que puede pasar con una monja en estos tiempos? Me quedo en la abadía, rezo por los demás, pido a Dios y festejo la llegada del Niño Jesús. Un rosario sería el regalo perfecto, de valor monetario o no, pero entregado como el regalo de una madre a su hija. María se quedó sin sus papás, yo soy su nueva mamá", asegura la vicaria de Cristo.
MEJOR AMOR
Ningún regalo, sólo el amor de María, vale para ella. Un regalo tangible no sería correcto, como tampoco es el regalo del Tío Max (Iván Caraza) a los niños y María. En la obra dona su vida para salvar la de ellos.
"El mayor regalo que les pude dar es arriesgar mi vida para que ellos lleguen a Suiza. Nadie sabe que sigo con vida, y, cuando llegue a Suiza, a María le voy a regalar un bonito sombrero y una bonita bufanda, porque los que trae están de muy mal gusto", bromea Max, quien logró escapar de autoridades nazis antes de la derrota del Tercer Reich.
Juntos se sientan ante un piano negro, pulido, regalo de los niños y del Capitán Von Trapp a María, y la familia se multiplica en los reflejos sobre su superficie, mientras sus voces y risas resuenan en una casa con una amplia escalera central.
"El la ya sabe tocar la guitarra, le va a encantar un piano. Con él es más sonora la lucha contra los nazis. A mi hermano Friedrich (Carlos Hays / Alejandro de Hoyos) le regalaría algún silbato para que sea como mi papá, el Capitán", comenta la hermana mayor, Liesl (Carmen Sarahí).
Y mientras Brigitta (Samantha Figueroa) recibe como regalo un ejemplar de La Ilíada, de Homero, y Martha (Mariana Lodoza) juega con su muñeca, una nevada cae sobre la casa, y la chimenea de los Trapp empieza a consumir leños.
KIKA ÉDGAR
Actriz
Y la Baronesa, sin resentimientos
El amor del Capitán Von Trapp fue conquistado por María, pero ella no era su única pretendiente, pues la Baronesa Elsa Schroeder (Yolanda Orrantia) también andaba tras de él y, aunque no lo consiguió, su espíritu festivo no disminuyó en absoluto.
"Después de ser rechazada por el Capitán Von Trapp, regresé a Viena e hice una gran fiesta con todos mis amigos de la aristocracia. La pasé de lo mejor, rodeada de gente grande, champaña, regalos y abundancia", dijo la Baronesa.
"No tengo ningún rencor al Capitán porque me di cuenta de que no me pertenecía. El Capitán y María hacen una pareja perfecta. Yo no, porque no tengo los mismos ideales. No tengo esa conexión con los niños que tiene María".
