China y Corea del Norte celebraron el lunes décadas de relaciones diplomáticas, cercanas y a veces tensas, durante una jornada más de la visita del primer ministro chino al país, que podría servir de incentivo para que Pyongyang acceda a negociar su desarme nuclear.
Antes de las reuniones entre ambos mandatarios el lunes, el primer ministro chino Wen Jiabao visitó un cementerio para rendir homenaje a los soldados chinos que murieron en la guerra de Corea de 1950 a 1953 contra Estados Unidos. Ambos países comunistas hablan de relaciones mutuas forjadas en sangre pero éstas han resultado tensas en los últimos años.
El viaje de Jiabao ha sido descrito como símbolo de las celebraciones del 60 aniversario de relaciones diplomáticas entre los vecinos. Ambos gobiernos intercambiaron mensajes de felicitación el lunes, en lo que los chinos describieron como "relaciones de buenos vecinos, amistosas y cooperativas".
La visita de Jiabao también está considerada como un aliciente para que Pyongyang vuelva a hablar del desarme, que rechazó considerar tras realizar pruebas nucleares y de misiles durante el segundo trimestre del año.
Aunque Corea del Norte ha suavizado su tono desde entonces, no es muy probable que la cautelosa administración china hubiera accedido a viajar al país sin una confirmación de que se reanudaría el diálogo sobre el tema.
