Familiares y amigos encabezados por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, participaron hoy en una emotiva ceremonia en la que dieron el último adiós a la chef Elisa Loyo Gutiérrez, muerta en Filipinas el año pasado.
La Catedral de Saltillo fue escenario de una misa en honor de la joven, organizada por sus padres, Rosa de Guadalupe Gutiérrez Cabello e Ignacio Loyo, quienes fueron acompañados por amigos de su hija.
Durante la ceremonia, el obispo Vera dirigió un mensaje a los padres de la chef, quien durante su infancia residió en Saltillo y destacó su valentía, mientras al frente destacaba la urna con las cenizas de la joven y una pintura con la imagen de la misma.
Ignacio Loyo, expresó al término de la ceremonia, "estamos tranquilos, lo importante es que los restos de mi hijita están aquí".
Asimismo, la madre de la joven dijo que se sienten "confortados en el Señor, sabemos que Elisa está en un lugar de luz, las autoridades son las encargadas, nosotros, no", al referirse a las investigaciones del caso de su hija.
El pasado martes, Rosa de Guadalupe Gutiérrez Cabello, arribó al aeropuerto internacional de Monterrey con los restos cremados de la joven, en un vuelo procedente de Canadá, donde reside actualmente.
Los restos de la chef mexicana llegaron primero a Canadá, al haber ingresado a Filipinas con un pasaporte expedido en el país norteamericano, en donde había estudiado alta cocina.
Loyo Gutiérrez fue encontrada muerta el pasado 26 de diciembre en el Hotel Fontana Leisure Park & Casino, en Filipinas, en donde laboraba desde un año antes, en un caso donde las autoridades de dicho país señalan que su muerte fue suicidio, pero sus familiares insisten en que se trató de un homicidio.
