Incertidumbre. Familiares de los internos pedían que las autoridades les explicaran qué estaba sucediendo.
Vigilancia
El helicóptero que el Gobierno de Coahuila prestó para la vigilancia en La Laguna apoyó ayer durante la incursión de militares y federales al Cereso de Gómez Palacio.
Por tercer día consecutivo, los militares toman el Cereso
6
MUERTOS
Durante los últimos tres días de violencia en el Cereso, seis personas han perdido la vida.
NÚMEROS
3
VIOLENTOS
El Cereso de Gómez Palacio ha sufrido tres días consecutivos de violencia.
Por tercer día consecutivo, fuerzas federales y del Ejército mexicano tomaron el control momentáneo del Centro de Readaptación Social (Cereso) número 2 de Gómez Palacio, ante la presunta amenaza de un enfrentamiento entre internos del reclusorio.
No confirman
Aunque no se confirmó por parte de las autoridades penitenciarias dicho enfrentamiento, los familiares de los internos, en su mayoría mujeres y niños, fueron desalojados minutos antes de que concluyera la visita dominical.
Esta nueva incursión de federales y militares se da luego de los hechos violentos registrados el pasado viernes y sábado en el mismo reclusorio y que dejaron como saldo seis internos muertos y varios lesionados.
El desalojo y la falta de información de las autoridades penitenciarias provocó que las familias tomaran la decisión de bloquear la circulación en sus dos sentidos de la carretera federal Gómez Palacio-Chihuahua, a la altura de la carretera al Cereso, para exigir la presencia del gobernador Ismael Hernández Deras o bien de algún otro funcionario estatal que les explicara qué estaba sucediendo al interior del penal.
Cerca de las 2:00 de la tarde, se percataron de la llegada de decenas de agentes federales y militares, quienes de inmediato les pidieron abandonar el reclusorio ya que al parecer un grupo de internos pretendía aprovechar la hora de visita para protagonizar un nuevo enfrentamiento.
Acusan a subdirector
Según dijeron, la situación se agravó cuando algunas personas se negaron a abandonar el reclusorio por temor a que sus familiares fueran a ser agredidos, y fueron amenazados con armas de fuego por el subdirector del Cereso, Juan Montoya Infante, y algunos custodios.
Lo anterior provocó que algunas mujeres presentaran crisis nerviosa y se dieran algunos conatos de riña entre los mismos familiares que pedían a gritos la destitución inmediata del director y subdirector del penal, así como del jefe de custodios, a los que acusaron de maltrato físico y verbal hacia los internos, así como de provocar los hechos violentos que se han presentado en los últimos días.
Hasta el cierre de esta edición, las familias continuaban a las afueras del Cereso.
