EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Chambas lúgubres

EL COMENTARIO DE HOY

FRANCISCO AMPARÁN

La crisis que atravesamos (y a la que ya viene siendo hora de que se le ponga un nombre específico) le ha pegado a todo el mundo. Estados Unidos está presentando estadísticas de desempleo inéditas desde hacía una generación. Los sin-empleo en la mayoría de los países de la Unión Europea andan entre el 10 y el 12%, si no es que más. China empieza a fallar en una de las promesas básicas de los últimos 25 años: jóvenes egresados universitarios han tenido que tomar empleos como mucamas o taxistas, en vista de la carencia de ofertas de trabajo calificado.

Total, que en todos lados la cosa se ha puesto color de hormiga. Y por ello podríamos parafrasear aquella vieja canción: "El que tenga una chamba/ que la cuide/ que la cuide".

Y el que no la tenga, más vale que no le haga mala cara a empleos que, en otras circunstancias, hubieran resultado impensables. Y de ésos, no se crean, hay muchos, hay muchos.

Simplemente en Inglaterra existen, en estos momentos, un par de convocatorias para chambas fuera de lo común, a las que en otras circunstancias muchos les harían el fuchi. Pero, estando las cosas como están, pueden resultar atractivas. Hoy hablaré de una de ellas.

En el pueblo de Wells, en Somerset, está abierta la convocatoria para desempeñar el papel de bruja (o brujo, no hay fijón) en las cuevas de Wookey Hole. Éstas forman parte importante de un complejo turístico sobre la Edad Media, que incluye un parque temático medieval. Según la tradición, en aquellos tiempos vivía una bruja maligna en esas cuevas. La muy bribona era más nefasta que lidereza magisterial, secando las cosechas, agriando la leche de las cabras y autoproclamándose Hechicera Legítima. Cosas así. Hasta que un abad se lanzó dentro de las cuevas y, a punta de agua bendita, la convirtió en piedra.

Pues bien: la semana pasada, la firma que maneja el complejo turístico abrió la convocatoria para escoger a quien quisiera desempeñar el papel de bruja durante un año. La chamba estriba en andar asustando turistas, menear palas en calderos burbujeantes y decir como idiota "cacle-cacle" varias docenas de veces al día. También se debe saber algo de historia de la brujería y no ser alérgico a los gatos. Pero hay una ventaja: el sueldo es de cincuenta mil libras esterlinas anuales (poco menos de un millón cien mil pesos)

Lo cual explica por qué hubo dos mil solicitantes. ¡Dos mil! Entre ellos se cuentan 230 suegras (no es broma), que quizá tienen cierta ventaja de formación profesional. Ante tal aluvión de solicitudes, el panel de selección le dio a cada postulante un minuto para que demostrara sus méritos para ser el brujo (o bruja) oficial de Wookey Hole durante los próximos doce meses. Me parece poco tiempo para sacar lo mejor de uno, pero en fin.

Dados los números resulta evidente que, por esa suma, sobra quien quiera arriesgar las reumas y el sentido del ridículo. No, si el desempleo está cañón.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 451191

elsiglo.mx