Agencia Reforma
MÉXICO, DF.- A diferencia de algunas economías emergentes, que a últimas fechas han establecido una serie de medidas proteccionistas, México ha decidido abrir sus mercados, en el marco de la crisis económica y la contracción del comercio exterior.
El caso más reciente es Paraguay, que hace poco anunció que a partir de julio de este año, elevará los aranceles para los bienes de capital relacionados con la agricultura, la industria panadera, la confección de calzado, la industria gráfica y la petrolera, en una tasa no mayor a 6 por ciento.
También en Ecuador, la semana pasada incrementaron los aranceles y redujeron cupos de importación para productos como cosméticos, ropa, calzado, productos higiénicos y automóviles.
Acciones similares emprendieron Vietnam, India, China y Rusia durante el mes pasado.
“Los países en desarrollo son los que se están disparando en el pie, porque están castigando a sus consumidores mediante el aumento de aranceles”, explicó Juan Carlos Hidalgo, especialista del Instituto Cato.
El experto consideró que esto genera un efecto “de bola de nieve”, pues provoca que disminuya la competencia, lo cual puede elevar los precios y afectar al sector exportador por las reacciones de respuesta contra los productos provenientes de los países que incurren en medidas proteccionistas.
Sin embargo, la reducción arancelaria en el País ha ocasionado que los industriales denuncien esta práctica, considerándola una desventaja.
A la fecha, las industrias nacionales del aceite, la leche y los productores de hule han emprendido acciones para dejar sin efecto la apertura a las importaciones.
Carlos Zarco, director de Rostros y Voces, filial de Oxfam en México, consideró que en el comercio internacional, algunos sectores en ciertos países requieren salvaguardas.