UNA ACTIVIDAD SÚPER NORMAL
Es lo más normal que en estas fechas surjan por todos lados imposibles e inútiles listas con el top ten de la década. He revisado algunas sobre cine publicadas en páginas norteamericanas y, como es de esperarse, las elegidas son en su mayoría gringas. Pero así es mi dieta también, y la de casi todo el mundo, así que con mucha pena reconocí numerosas coincidencias. Aunque nadie me lo ha pedido, y pese a que sostengo que la década continúa durante todo el año próximo, voy a intentar una enumeración sin mayores explicaciones ni orden alguno. Va: Mullholland Drive, El Ladrón de Orquídeas, Eterno Resplandor De Una Mente Sin Recuerdos, American Splendor, Traffic, Ratatouille, Casi Famosos, Amelie, Bowling for Columbine/Farenheit 911, Hable Con Ella, Inteligencia Artificial, Mar Adentro, El Viaje de Chichiro, Amores Perros, Wonder Boys, Waking Life y Los Soprano en su conjunto.
Este listado es casi un ejercicio de escritura automática, pues me puse como requisito hacerlo de memoria y sin revisar páginas de premios. Consulté, eso sí, la imdb.com para no regarla con las fechas, y a causa de esto tuve que quitar Magnolia y LA Confidential. Al releer la lista me sorprende y decepciona la falta de comedia, ciencia ficción y horror. Quizá debí poner Virgen a los 40, La Idiocracia, Alta Fidelidad, About a Boy, Minority Report, Hijos del Hombre, 28 Días/28 Semanas, The Mist y Déjame Entrar. Incluí a Los Soprano porque tienen episodios mejores que muchas películas, y lo mismo podría decirse de Mad Men y Curb Your Enthusiasm. Y por último, quien note que son más de 10 películas y presuma que no sé contar, le suplico que antes de reclamarme a mí, se dirija con aquellos que creen que la década termina este año.
Quiero concluir el año con una buena cinta de horror, para reparar un poco el desequilibrio de la lista. Se trata también de una película de manufactura increíblemente barata, de modo que compensa los excesos presupuestales navideños de Avatar y nos invita a adoptar el tono austero que será inevitable durante el nuevo año que viene.
Realizar Actividad Paranormal le costó a su director 11 mil dólares y, como en el caso de Avatar, en la pantalla se nota cada centavo invertido. La gracia que tiene la cinta es, por supuesto, la forma en que justifica su look y el excelente manejo del suspenso. Nos encontramos con un caso similar al de la Bruja de Blair, y esta comparación perjudica a Actividad Paranormal en lo que respecta al alcance e importancia que puede esperarse que logre, pero la beneficia en cuanto a ritmo y conteo de sustos por minuto. Encuentro a Actividad Paranormal una cinta más ágil y entretenida que la de la Bruja, y el horror que nos propone, emanado de hogares clase medieros, mucho más cercano. Es efectiva al punto que por algunas noches tendré que dejar la tele encendida, y si el único ruido que escucho es el de mi bebé llorando, estaré más que contento.