Deja el sismo al menos a mil 244 personas aisladas
EL UNIVERSAL
SAN JOSÉ, COSTA RICA.- La Cruz Roja Costarricense (CRC) rectificó ayer que son seis y no 13 el número de muertes por el sismo de 6.2 grados Richter que sacudió el jueves a Costa Rica, como de manera errónea se estableció en un reporte anterior.
El vocero de la entidad, Carlos Gutiérrez, explicó a periodistas que la cifra dada en forma equivocada se debió a una confusión en la transmisión de datos ofrecida por parte de socorristas en las zonas afectadas a personal en la sede central de la CRC en esa capital.
Señaló que los más recientes cálculos de la entidad de socorro establecen que el movimiento telúrico dejó seis muertos, más de 40 desaparecidos y de 90 heridos, además de 36 personas atrapadas en casas y vehículos a causa de los deslizamientos de tierra.
También dejó en aislamiento a por lo menos mil 244 personas, mientras el total de personas alojadas en albergues temporales es de mil 228.
Frente al reclamo popular de ayuda más rápida, el presidente costarricense Óscar Arias mostró ayer la cara de la desolación. “Los daños son más graves de lo que habíamos estimado, no sólo en pérdidas de vidas sino también en la cantidad de gente herida, comunidades aisladas, carreteras y vías inhabilitadas”, advirtió Arias en un recorrido por áreas de las provincias (estados) de Alajuela y Heredia que sufrieron la mayor conmoción por el sismo, de 6.2 grados en la escala Richter.
“Los daños y las consecuencias han sido más severos de lo que pensábamos”, insistió, al lanzar un llamado de auxilio a la comunidad internacional para que socorra a Costa Rica ante un desastre natural que borró del mapa a pequeños poblados con avalanchas, desborde de ríos y colapso de cerros y montañas. Una planta hidroeléctrica estará un año fuera de servicio, ya que tiene rajaduras.
La Cruz Roja alertó que el número de muertos “está aumentando” y que hay casi medio centenar de heridos y cerca de mil 200 personas atrapadas y aisladas por deslizamientos, como unos 400 turistas en un hotel.
En un autobús que cayó a un precipicio al agrietarse la carretera y ser devorada por la tierra, hay “vivos y muertos”, pero todavía no se llega al sitio, reveló Guillermo Arroyo, director de operaciones de la Cruz Roja. En un vehículo fueron hallados ayer tres muertos.
Mientras surgen nuevas escenas de muerte, la comunidad de Cinchona, una de las más azotadas por el terremoto, espera con temor la remoción de tierra y escombros sobre una cafetería en la que unas 10 personas habrían quedado sepultadas. A pie, con helicópteros y por vía terrestre, las patrullas de socorristas trataban de rescatar y evacuar a centenares que quedaron incomunicados por los terraplenes.