Fashion. La cinta Coco Chanel, encargada de cerrar la edición número 62 del famoso Festival Internacional de Cine de Cannes, es protagonizada por la actriz Annan Mouglalis y el actor Mads Mikkelsen. ARCHIVO Favorito. El cineasta Michael Haneke se perfila para llevarse la Palma de Oro.
Cannes. Francia.- Una película sobre la presunta relación apasionada y misteriosa de la modista francesa Coco Chanel con el músico ruso Igor Stravinsky clausurará hoy la 62 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes.
El filme, dirigido por el francés Jan Kounen, cuenta la historia del encuentro de los dos creadores en Francia en los años 20, tras la muerte del gran amante en esa época de Coco Chanel, el millonario Boy Capel.
La película lleva por título Coco Chanel e Igor Stravinksy y desafía a la historia oficial, según la cual los dos personajes no tuvieron una relación sentimental.
"Es una ficción. No tenemos ninguna prueba de este amor", declararon fuentes de la casa de moda gala sobre el presunto romance de su fundadora con el célebre músico ruso que algunos biógrafos consideran, sin embargo, probada.
El papel de Coco Chanel, quien falleció en Suiza en 1971, está interpretado por la actriz Annan Mouglalis y el de Igor Stravinsky por Mads Mikkelsen.
La película se estrena el mismo año que Coco antes de Chanel, que protagoniza Audrey Tatou, ya lleva varias semanas en cartelera en Francia.
El festival de cine de Cannes la seleccionó para clausurar el certamen de este año, tras la entrega de premios que tendrá lugar este domingo a partir de las 19:00 horas locales.
MUESTRAN SUS MEJORES GALAS Esta semana, todas las miradas estuvieron concentradas en Cannes. Por esta razón, las celebridades, y las no tanto, aprovechan para mostrar no sólo los mejores vestidos y piezas de joyería, sino también los accesorios más excéntricos y llamativos.
De nada sirve llevar un clutch discreto que nadie va a percibir. La intención es usar complementos de avanzada, de los que no se repitan, pues los más originales seguramente merecerán ser fotografiados y conocidos en todo el mundo.
No sólo se vale de recurrir a los zapatos con diseños extraordinarios (¡que los hay!).
La alfombra roja de Cannes es idónea para presumir sombreros, lentes, collares, bolsas, brazaletes, accesorios para el cabello y otros complementos vanguardistas.
Tampoco hay límite de edad. Una de las más pequeñas en desfilar ha sido la actriz Surcoreana Sae Ron Kim, quien complementó su vestuario con un cuello sobrepuesto en tejido de punto y calcetas blancas de grandes lunares rojos.
Otras invitadas han llegado con bolsos con figura de perro, chalinas con borlas color rosa, collares plásticos con forma de cámara fotográfica y otros con botas tipo tablero de ajedrez.
Llega la hora de la verdad
Él fue el último en dirigir a la actriz británica Lucy Gordon y la noticia de su muerte lo sorprendió en Cannes donde Sam Raimi presenta Drag me to Hell y en donde también se pudo ver un avance de lo que será la nueva entrega de Spiderman 4.
Así, fue imposible que la prensa no preguntara al director cómo fue recibir esta noticia, "la verdad es que todavía no me lo puedo creer, me parece imposible lo que pasó, pues nunca se cruzó por mi mente esa posibilidad, ni un solo segundo. No imaginé que Lucy estuviera atravesando por un mal momento ni mucho menos una depresión. La verdad es que siempre que ocurre algo así te desconcierta y entristece. Era una chica con muchísimo talento y un futuro brillante. Pero no sé qué pudo haber ocurrido para llevarla a tomar esa decisión, es una tragedia", aseguró el realizador.
Acerca de su comportamiento en el set y de cómo era Lucy Gordon en los últimos días de rodaje, Raimi compartió, "Lucy era una actriz muy callada, muy tímida, silenciosa y a la que le gustaba tener su espacio. Algo que siempre me pareció muy respetable y normal pues muchos actores prefieren estar más alejados del resto y que se les respete su privacidad para poder concentrarse. Sin embargo, en cuanto entraba al set era de lo más profesional y hacía sus escenas perfectamente, tenía muchísima energía y era un placer trabajar con ella. Era muy dedicada y llegaba preparada, con sus líneas bien aprendidas. Una actriz comprometida y brillante. Es una tristeza enorme lo que sucedió", finalizó el cineasta Sam Raimi.
Con las veinte películas en competencia ya proyectadas, el jurado presidido por Isabelle Huppert comienza su deliberación para el reparto de premios, en el que Das Weisse Band , de Michael Haneke, y Un Prophete, de Jacques Audiard, parten como grandes favoritas.
La contundente apuesta por la sobriedad de Haneke y la portentosa evangelización criminal de Audiard han mostrado dos maneras impecables de acercarse a la perfección cinematográfica necesaria (supuestamente) para ganar Palma de Oro, aunque bien es sabido que absolutamente todo puede suceder en la resolución de un jurado.
Haneke cuenta con el arma de doble filo de que Huppert fuera su musa en La Pianista y El Tiempo del Lobo y, además, lleva ya muchos años en Cannes rozando el premio máximo con los dedos.
Audiard, por su parte, tiene en su contra que el año pasado un filme francés ya se hizo con el máximo galardón del festival, aunque cualquier acusación de chauvinismo sería injusta a tenor de la calidad de su filme, que tiene además en su reparto a un tándem interpretativo de alto voltaje: el debutante Tahar Rahim y el veterano Niels Arestrup.
Les siguen a distancia prudente en las quinielas Jane Campion, con Bright Star, y Pedro Almodóvar con Los Abrazos Rotos.
En una edición marcada por los grandes nombres, es inevitable hablar de autores que no estuvieron a la altura de las expectativas: Park Chan-wook, con su descabellada crónica vampírica Thirst ; Marco Bellocchio, con su acartonada Vincere y sobre todo, Lars von Trier, con su escandalosa y pretenciosa a partes iguales Anticristo, protagonizan este apartado.
Otros, aunque cumplieron escrupulosamente su cometido, han sido desdeñados por la poca gravedad de sus filmes como Alain Resnais con Les Herbes Folles como en el de Ang Lee con la multitudinaria y aún así íntima Taking Woodstock .
En el término medio que a veces es el lugar de convergencia de los jurados muy heterogéneos -y éste lo es- quedaría el vitalista retrato de Ken Loach con Eric Cantona en Looking For Eric la crónica social de Xavier Giannoli en A l'origine o The Time That Remains, del palestino Elia Suleiman.