El curador. Además de experto en arte colonial, Iván Martínez es un joven historiador que visita La Laguna como curador de la muestra 'La Imagen Guadalupana en la Historia Patria', del Museo de la Basílica de Guadalupe, proyecto para el Bicentenario.
Para el historiador Iván Martínez, curador de la muestra "La Imagen Guadalupana en la Historia Patria", que será presentada en La Laguna por el Museo Arocena en coordinación con el Museo de la Basílica de Guadalupe, la sagrada imagen, a pesar de no ser un símbolo patrio propiamente dicho, sí es un símbolo que logra unificar una identidad cultural que no conoce de estratos sociales, económicos o educativos, porque la Virgen de Guadalupe, logra unificar cualquier imaginario colectivo en México.
"Nosotros los mexicanos estamos impuestos a la imagen de Guadalupe de manera cotidiana, en la pared de cualquier negocio, en la casa, en un taxi, etcétera, pero cuando la vez detenidamente, entiendes que es una imagen muy buena, llena de elementos, cosa que le interesa mucho a los artistas", comenta Martínez acerca de la atracción que genera en la comunidad de artistas la Imagen Guadalupana.
Gracias a dos características fundamentales la imagen es considerada un verdadero icono de fe, por una parte es una imagen "arqueropoyeta", es decir que en su creación no intervino la mano del hombre, es de manufactura divina, y por otra parte es "taumaturgica", lo que quiere decir que tiene un poder sanador, razón por la que las personas la conservan y llevan cotidianamente, porque es una extensión de esas características que sanan y representan un icono de fe, agregó el curador de la muestra.
Desde la primera copia del original, que se permitió realizar o calcar en papel aceitado, heredada de generación en generación por Juan Correa, pintor novohispano, como las realizadas por José Ibarra y Miguel Cabrera fueron muy populares por ser del papel aceitado, la copia de la Imagen de Guadalupe, razón por la que fueron muy populares.
Como la exposición itinerante es el principal proyecto del museo de la basílica para el bicentenario y el núcleo principal de la exhibición se basa en la independencia y la revolución, Martínez cito dos ejemplos de la relación de la imagen con los hechos históricos:
"En la revolución es un poco más difícil encontrar piezas de calidad, porque son más de manufactura popular, tenemos muchos exvotos de tipo revolucionario, agradecimientos de triunfo en la batalla. De la independencia se me ocurre, la Virgen del Congreso, una copia de la Virgen de Guadalupe que estaba colocada en el primer Congreso de México, ubicado en la parte del Palacio Nacional que después se quemó, un congreso que sesionaba bajo la imagen de Guadalupe".
