Cuando no es capacitador o catedrático, Mario Sareñana brinda risoterapia vestido de payaso, por lo que hace un llamado a reírse más de los políticos, y a la vez, con esto oxigenar más al cerebro.
Cuando no es capacitador o catedrático, Mario Sareñana brinda risoterapia vestido de payaso, por lo que hace un llamado a reírse más de los políticos, y a la vez, con esto oxigenar más al cerebro.
"Creo que a nosotros nos falta reír más de ellos y creo que a ellos les falta un poquito de oxigenación en cuanto a ponerse en el lugar de los demás", dice con seguridad, y no es por su grado de maestro en Administración con especialidad en Psicología Organizacional, es básicamente por su capacidad de reír.
"Me parece que cada quien hace su trabajo y lo hace de mejor forma, pero yo diría que deben un poquito pensar en la parte humana, lejos de fórmulas económicas, políticas o sistemas políticos, le hace falta ponerse un poco más humano, una pastilla de humanoide que les permita ver la realidad que vivimos los humanos", asevera.
"A veces creemos que nuestra esencia es una vestimenta, un papel, un documento, un cargo, cuando nuestra esencia está dentro de nuestro corazón: es el comportamiento a los demás, el servir y dar", asegura en entrevista para Notimex.
Mario Sareñana Ronces es risoterapeuta (médico de la risa), graduado en el Laughter Institute en California, y licenciado en Dirección y Administración de Empresas en la Universidad del Valle en Cuernavaca, Morelos.
El risoterapeuta, quien recientemente obtuvo un reconocimiento por la Asociación Nacional de Risoterapia y fue nombrado capacitador nacional, señala que no sólo la crisis se hubiera solventado más fácil con la risa, sino también las enfermedades y los problemas del trabajo.
Explica que el humor permite regular las emociones, además de que agiliza los procesos cerebrales, ya que "oxigenamos y se forman tres sustancias importantes: endorfinas, adrenalinas y dopaminas".
Sareñana Ronces explica que las endorfinas 'son sustancias que nos permiten doparnos de forma natural; la dopamina es una droga natural pero más fuerte que las endorfinas y regulan la sangre; mientras que la adrenalina destapa todos los canales sanguíneos que oxigenan el cuerpo'.
Respecto a los mexicanos, señala que "tenemos mayor facilidad para poder reír o crear humor, la desventaja es que somos muy crédulos y a veces dudamos de esa capacidad, de esa facilidad de brindarnos emocionalmente".
Explica que está comprobado que 'tienes que empezar a reír de ti para que te puedas reír de los demás; si me río de los demás, destruyo, y si me río de mí y de los demás, construyo'.
El payaso, vestido de choclos, pantalón de charro, camisa tipo polo azul de algodón, chaleco de lino color rojo y gorro de policía de crucero, asume una posición reflexiva, que lleva a su abultada nariz roja a mirar al cielo.
Al hacer énfasis sobre el humor mexicano, enfatiza que así como somos creativos para recuperarnos de situaciones problemáticas, también tendemos a concentrarnos en problemas, lo que limita o dificulta que puedan encontrarse una solución.
"Tenemos una carencia o falta de confianza en nosotros y eso hace que se fortalezca de repente la falta de autoestima, de dedicación, de compromiso y responsabilidad", asevera el capacitador y seleccionador de distintas empresas en el país.
Sin embargo, añade que la risa es una necesidad en pro de la salud, 'ya que tenemos 400 músculos en nuestro rostro que estimulamos cuando reímos. Debemos de reír por necesidad, ya que si no lo hacemos comenzamos a tener muchas problemas físicos, como parálisis facial en el rostro o problemas en los dientes'.
Explica que cuando se personaliza como un payaso, al instante se genera una sonrisa, es simpático, pues 'despiertas una chispa de humor, de alegría y esperanza. Creo que ahí está lo bonito de lo que hacemos de vestirnos y caracterizarnos para llevar un poco de esperanza y alegría a los demás".
Y tras esbozar una sonrisa, el payaso finaliza: "No pasa nada, si eres feliz y te gusta hacer payasadas, hazlas", pero lo importante es fomentar la risa.
