La Comisión de Mediación entre el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el gobierno federal, integrada por miembros destacados de la sociedad civil, anunció este martes el fin de su misión al no encontrar en las autoridades la voluntad política para avanzar.
Los mediadores señalaron que la voluntad del gobierno sólo fue declarativa y que las últimas semanas fueron de total indiferencia.
La Comisión de Mediación fue creada el 4 de abril del 2008 para coadyuvaban en la búsqueda de los militantes del EPR, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desaparecidos en mayo de 2007.
Carlos Montemayor, uno de sus integrantes, dijo en rueda de prensa que cuando se constituyeron como mediadores el gobierno federal y los medios de comunicación mostraron interés en este proceso, pero al paso de los meses el tema perdió presencia, decreció el interés gubernamental y el discurso de la "seguridad" desplazó por completo al de los derechos fundamentales.
Para los integrantes de la mediación, los dos militantes eperristas fueron claramente víctimas del delito de desaparición forzada, un crimen de lesa humanidad, en el que no se ha querido ahondar.
Miguel Ángel Granados Chapa dijo que están conscientes de que con el fin de la mediación el EPR pueda poner fin a su tregua, pero señaló que es un riesgo que se valoró.
En conjunto el grupo de intelectuales responsabiliza al gobierno federal de lo que pueda pasar tanto en la integridad física de los desaparecidos como de las acciones que decida tomar el grupo armado.
La Comisión de Mediación estuvo integrada por Rosario Ibarra de Piedra, el obispo Samuel Ruíz, por Enrique González Ruíz, Gilberto López y Rivas, Carlos Montemayor, Juan de Dios Hernández Monge y Miguel Angel Granados Chapa.
