Los historiadores Enrique Krauze y Javier Garcíadiego, el científico Mario Molina, el politólogo José Woldenberg y el empresario Lino de Prado recibieron un reconocimiento del embajador de España en México, Carmelo Angulo, quien los calificó como hombres hacedores de puentes entre las dos naciones. EFE
Cuatro intelectuales mexicanos recibieron hoy la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, con la que el Gobierno español distingue aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por españoles y extranjeros.
Los historiadores Enrique Krauze y Javier Garciadiego, el científico Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, y el politólogo José Woldenberg, recibieron la Gran Cruz en una ceremonia celebrada en la residencia oficial de la embajada de España en México.
Los cuatro se sumaron a la distinción que recibió ayer en Madrid el escritor mexicano Carlos Fuentes de manos del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En julio de 2008, en el marco de la visita de Estado que realizó el presidente de México, Felipe Calderón, a España, el rey Don Juan Carlos concedió, a propuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores, la distinción a estos intelectuales mexicanos.
La Gran Cruz es, tras el Collar, el máximo grado de la Orden de Isabel La Católica.
En el acto de hoy, encabezado por el embajador español Carmelo Angulo, los asistentes guardaron "unos momentos de silencio" en memoria del publicista y comunicador español Eulalio Ferrer, quien murió anoche a los 88 años en la Ciudad de México.
También fue distinguido en esta ceremonia el empresario hispano-mexicano Lino de Prado, presidente del Consejo de Administración de Zara-México, con la Orden del Mérito Civil en el grado de Encomienda.
