La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó hoy las agresiones a periodistas y medios de comunicación que persisten en Honduras, tras la crisis política que desencadenó la destitución del presidente Manuel Zelaya hace más de un mes.
'Insistimos en repudiar cualquier agresión y acciones no violentas contra periodistas locales, extranjeros y medios de comunicación, al tener la intención aviesa de coartar el derecho del público a estar informado', dijo Enrique Santos Calderón, presidente de la SIP.
Santos Calderón, de El Tiempo de Bogotá, lamentó además que el 'clima de polarización político esté incentivando a medios y periodistas a acusarse y agredirse mutuamente, descalificándose por informar con criterios editoriales distintos', a los sucesos que desencadenaron el golpe de Estado del 28 de junio pasado.
La SIP observó con preocupación las denuncias públicas de Radio Globo sobre que todavía no puede operar normalmente debido a los cortes de energía intencionales contra sus antenas de trasmisión en los departamentos de Choluteca, Valle y El Paraíso.
La SIP también llamó al gobierno de Roberto Micheletti a no utilizar la publicidad oficial como mecanismo de represalia contra la línea editorial de los medios, en franca alusión a las denuncias públicas realizadas por Radio Globo y la televisora Canal 36.
Estos medios también denunciaron que además del gobierno, varias empresas del sector privado le retiraron su publicidad.
En incidentes separados el fin de semana, se denunció las agresiones contra los fotógrafos Martín Ramírez y Juan Flores de los diarios La Tribuna y El Heraldo, en la zona fronteriza de Las Manos, en Nicaragua.
Seguidores de Zelaya y representantes de medios los agredieron tras calificarlos de infiltrados y golpistas, por considerar que sus periódicos apoyan al nuevo gobierno.
Este tipo de intimidación produjo que algunos medios de comunicación se abstuvieran de seguir enviando a sus corresponsales a la zona nicaraguense donde Zelaya instaló un campamento.
La SIP condenó también las agresiones contra la fotógrafa Wendys Olivo, de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) de Venezuela, quien denunció golpes de policías de la ciudad de Danlí, en el departamento de El Paraíso.
Los hechos ocurrieron el pasado 25 de julio, cuando Olivo fotografió al líder campesino Rafael Alegría, quien fue encarcelado y cuyo paradero se desconocía.
