Para su calificación se toman en cuenta cinco parámetros o situaciones de las siguientes funciones:
A. Frecuencia cardiaca.
B. Esfuerzo respiratorio.
C. Irritabilidad o respuesta refleja a estímulos.
D. Tono muscular.
E. Coloración de la piel.
Cada uno de estos parámetros se califica de cero que es lo peor a dos que es lo mejor, de tal manera que la mejor calificación que se puede obtener es de diez (como en la escuela).
Se relaciona con el número de sus latidos, se califica con dos cuando éstos son mayores de 100xmin., normalmente su frecuencia oscila entre 100 y 140 latidos por min. Se califica con 1 cuando son menores de 100 x min. Y se califica con 0 cuando no pasan de los 80xmin. En caso de ser así, el pediatra estará atento para que de inmediato tomar las medidas necesarias para aumentar el número de latidos cardiacos a la cifra mínima ideal, que es de 100xmin.
Esta prueba sirve para valorar no sólo la madurez de los pulmones sino su normalidad y capacidad de facilitar el intercambio de gases (oxígeno y CO2 en la membrana alveolar o pulmonar). Si llora el niño en forma amplia y sin dificultad se califica con dos, si su respiración es lenta e irregular, con "jadeos" o con llanto quejumbroso se califica con uno, si casi no hay respiración o bien aislada o irregular, la calificación es de cero y amerita medidas de reanimación pulmonar inmediatas, a cargo de su pediatra.
Se evalúa mediante la coordinación de flexión y extensión de las extremidades.
Se califica con dos cuando presenta la fuerza para lograrlo y su tono muscular es normal, uno cuando éste es débil. Y cero cuando no hay movimientos y su cuerpecito mantiene el mismo plano de la mesa de exploración.
Se califica básicamente al momento de efectuar aspiración de las secreciones a través de sus orificios nasales (narinas), procedimiento que puede hacerse con sonda nasogástrica o bien con "perilla". Se califica con dos cuando al efectuar esta maniobra el niño reacciona vigorosamente y tiende a retirarse por sí mismo la sonda o la perilla. Uno cuando hay maniobras y estornudos inconstantes al efectuar dichas maniobras de aspiración y cero cuando no hay ningún intento por defenderse de tales maniobras de aspiración de secreciones.
Esta maniobra se efectúa exclusivamente con la observación rápida del niño, lo que nos habla inmediatamente de su bienestar o bien de su gravedad. Se califica con dos cuando el niño luce rosadito, "bonito" en su color y se relaciona con el grado de oxigenación de la sangre. Uno cuando hay "acrocianosis" o sea que el extremo de sus manitas y de sus pies se muestra de color morado y finalmente con cero cuando todo el niño se muestra muy pálido, en forma generalizada y desde luego ello obliga a que su pediatra tome las medidas necesarias para evitar la falta de oxígeno circulante a todos los niveles de su organismo.
Con la suma de todos los puntos se logrará la calificación final y en tanto sea de diez o se acerque al mismo, será normal o ideal, en caso contrario, habla de gravedad del niño y ello obligará al médico a tomar todas las medidas necesarias para que el niño se aproxime a la calificación ideal. Ninguno de estos exámenes o calificaciones son dolorosas o molestas y los beneficios son invaluables para acelerar su atención y cuidados para reintegrar al niño la vida o la salud que pudiera estar en peligro.
Hemos hablado de una 2ª. calificación de APGAR a los cinco min. Y ésta se hará cuando la calificación inicial haya sido baja (de siete o menos) y se hayan tomado las medidas necesarias para su corrección de tal manera que esta segunda calificación supere a la primera y permita estar ya en parámetros normales, en beneficio del niño y para tranquilidad de todo su entorno.
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