Una fisura anal es una herida longitudinal en la piel que recubre el ano. Es una enfermedad muy frecuente sobre todo en personas jóvenes. Es comúnmente confundida y tratada como hemorroides.
Dolor moderado o intenso durante la evacuación, que se describe como "cortante" o "desgarrante", el dolor puede permanecer después de la evacuación, incluso algunos pacientes prefieren evitar evacuar para no sentir dolor. También puede haber sangrado tipo manchado de papel o goteo en la tasa del baño, el sangrado es de sangre roja brillante. Puede existir comezón o descarga de líquido o moco.
La fisura anal puede ser producida por una evacuación de heces duras o por una evacuación con mucha dificultad, también puede aparecer después de un evento de diarrea intensa. Además está comprobado que existe un aumento en la presión de esfínter anal.
Hay dos tipos de fisura anal: Aguda.
Crónica.
La fisura aguda es aquélla que tiene menos de un mes (aproximadamente) de haber aparecido, y por lo general se debe a una evacuación con dificultad. La fisura crónica es aquélla que tiene más de un mes y se debe a un aumento de tono del esfínter anal.
La fisura anal aguda se trata con cambios en la dieta, como aumento en la ingesta de fibra y agua para tratar de evitar estreñimiento además de evitar irritantes. Se indican pomadas antiinflamatorias y analgésicos. La gran mayoría (85-90 por ciento) sanan con el tratamiento.
El tratamiento para la fisura anal crónica es cirugía, que en la actualidad es un procedimiento muy seguro, con gran efectividad y que se realiza prácticamente sin dolor o mínimo dolor. Esta cirugía debe de ser realizada por un coloproctólogo certificado ya que se debe tener el conocimiento y la experiencia necesaria para poder realizar el procedimiento.
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