La ceremonia contará con la presencia de algunos de los rescatados en la Operación Jaque, pero sus nombres permanecerán en reserva hasta poco antes de la actividad por decisión de las autoridades del Poder Ejecutivo.
Las autoridades colombianas preparan la conmemoración del primer aniversario de la Operación Jaque, que permitió el rescate de 15 rehenes de las FARC, entre ellas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.
El gobierno del mandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez prepara un pronunciamiento oficial y una ceremonia especial para recordar la operación de inteligencia realizada el 2 de julio de 2008, considerada la más importante de la historia militar de este país.
Pese a que las actividades oficiales se mantienen en reserva, fuentes del gobierno colombiano indicaron que se realizará un acto en la presidencial Casa de Nariño, donde Uribe Vélez pronunciaría un discurso.
La ceremonia contará con la presencia de algunos de los rescatados en la Operación Jaque, pero sus nombres permanecerán en reserva hasta poco antes de la actividad por decisión de las autoridades del Poder Ejecutivo.
Los 11 militares y policías que fueron rescatados por las tropas colombianas junto a Betancourt y tres ciudadanos estadunidenses han recibido desde la semana pasada homenajes en varias actividades que se han realizado en Colombia.
Sin embargo, en medio de las celebraciones se mantiene latente la preocupación por los 22 militares que continúan en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), algunos de ellos desde hace casi 12 años, como el cabo Pablo Emilio Moncayo.
La directora de la Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos (Asfamipaz), Marleny Orjuela, aseguró que la conmemoración del primer año de la Operación Jaque es una gran oportunidad para clamar por la liberación de los secuestrados.
Una postura similar expresó el profesor Gustavo Moncayo, padre del cabo Moncayo, quien reiterará su solicitud al gobierno colombiano de facilitar las condiciones para que las FARC puedan devolver a la libertad a su hijo, como lo prometieron hace varias semanas.
El Ejecutivo se niega a aceptar la intervención de la senadora opositora Piedad Córdoba en la operación para recibir a Moncayo y sólo autorizó a la Cruz Roja Internacional con apoyo de la iglesia católica.
Las FARC, por su parte, insisten que sólo devolverán a Moncayo a través de las gestiones de Córdoba, lo que hace muy difícil que termine el suplicio de estar secuestrado para el uniformado.
En medio de esa polémica, la sociedad colombiana mantiene una discusión sobre las consecuencias que tuvo la Operación Jaque, en la cual las FARC entregaron a los rehenes a una supuesta misión humanitaria, fachada que ocupó el Ejército para su operación.
En general, el país recibió con alegría la liberación porque significó el retorno de los plagiados y un duro golpe político y militar contra las FARC, pero también generó preocupación por las consecuencias que estarían pagando quienes aún siguen secuestrados.
Ese debate se mantendrá en los próximos días durante los homenajes de conmemoración del primer año de la liberación de los 15 plagiados, en medio del clamor porque las FARC dejen por fin en libertad a todos los demás.
