(EFE)
Un pequeño aficionado japonés levanta su bandera con gran orgullo. Cientos de fanáticos del equipo japonés asistieron al juego de semifinales del Clásico Mundial de Beisbol que se disputó ayer ante Estados Unidos, en el estadio Dodger en Los Ángeles. Hoy se espera que gran parte del Continente Asiático no duerma para ver cómo se corona uno de sus representantes. Aunque Japón busca llevarse por segunda ocasión el título mundial de beisbol.