Un éxito. El Ballet de Rusia presentó la función del clásico navideño 'El Cascanueces', donde su cuerpo de bailarines dieron cátedra de disciplina y decisión a cientos de niños y adultos que integraron el público asistente a un Teatro Nazas que aprovechó para darle la bienvenida a la temporada navideña con una gran asistencia que casi llena el recinto.
No hay duda que cuando de clásicos del ballet se trata, los espectáculos de danza que ponen en escena las compañías rusas, son un despliegue de precisión, talento y estética a la hora de la ejecución, como quedó demostrado durante la función del clásico navideño "El Cascanueces", que ofrecieron más de 40 bailarines del Ballet de Rusia anoche en el Teatro Nazas.
Con una escenografía elegante que invitaba los asistentes a la interacción, a través de algunos efectos de cuarta dimensión escénica, vestuario y coreografía, llamaron la atención de los laguneros en la obra dirigida por Viatcheslav Gordeev, que se llevó los aplausos de los asistentes al Nazas al término de cada uno de los actos.
El telón del Nazas se abrió y transformó la fría noche de diciembre en un ambiente navideño, que presentó como fondo la música Tchaikovski, inmortalizada en el cuento de Theodor Amadeus "El Cascanueces y el Rey de los ratones".
Los laguneros que casi llenan el Nazas anoche durante la función de una de las obras más representativas de la tradición rusa, confirmaron mediante una lluvia de aplausos, que El Ballet de Rusia es una de las compañías cuya calidad en sus puestas en escena, la han convertido en un icono del lenguaje corporal en el mundo de las artes escénicas.
Sorprendidos algunos pequeños acompañaron desde el inicio de la fiesta en la casa de los Stahlbaum hasta la reaparición del sobrino de Drosselmeyer, a los bailarines rusos que con una versión nueva y muy original, contaron la aventura de Clara con el cascanueces, juguete que da pie a la obra.
Una excelente bienvenida a la temporada navideña ofreció el Nazas con el clásico navideño, fue el comentario que realizaron la mayoría de los asistentes al cierre del telón.
Emocionado el público infantil aplaudió a los bailarines rusos, que dieron muestras de gratitud ante la calidez de los espectadores.