El Consejo de Seguridad condenó el reciente lanzamiento de un cohete de Corea del Norte y extendió las sanciones contra la aislada nación comunista.
La declaración del Consejo afirma claramente que el lanzamiento del 5 de abril violó una resolución de este organismo emitida en el 2006, la cual prohibe que la nación asiática realice pruebas de misiles de cualquier tipo. El texto exige que se ponga fin a nuevos lanzamientos.
Los 15 miembros estuvieron de acuerdo en la redacción del texto, y el embajador de México ante la ONU, Claude Heller, actual presidente del Consejo, leyó la declaración el lunes por la tarde durante una sesión del órgano más poderoso de la ONU.
La declaración del presidente fue una reacción más débil que la resolución que deseaban Japón y Estados Unidos, a la cual se opusieron China y Rusia, aliados de Corea del Norte.
Los cinco miembros permanentes del Consejo con poder de veto — Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia — además de Japón, alcanzaron el sábado un acuerdo sobre el texto y luego lo distribuyeron a los otros nueve miembros de este organismo, que debieron hacer consultas en sus respectivos países.
Robert Wood, vocero del Departamento de Estado norteamericano, dijo en Washington: "Queremos hacer todo lo posible para enviar el mensaje a los norcoreanos que este tipo de actividad no puede ocurrir de nuevo, no debe ocurrir de nuevo".
Corea del Norte efectuó el lanzamiento desafiando la opinión pública internacional. Según Pyongyang, puso en órbita un satélite, algo que permite el tratado espacial de la ONU, pero Estados Unidos, Japón y Corea del Sur dicen que en realidad estaba probando tecnología de misiles de largo alcance, algo que el gobierno norcoreano tiene prohibido realizar.