En casos severos de quemaduras a causa de la exposición al sol se hace indispensable la consulta al dermatólogo para la prescripción de algún tratamiento.
Disfrutabas de una deliciosa bebida cuando te quedaste dormida sobre el camastro. Las horas pasaron y al despertar te habías transformado.
Tenías la piel enrojecida e inflamada, te ardía y además parecía que tenías más arrugas de las acostumbradas.
Aunque formes parte del grupo de quienes normalmente cuidan su piel cuando se van de vacaciones a la playa, es fácil que te suceda esto.
Ante tal emergencia, existen ciertos remedios que te pueden ayudar a regresar a tu trabajo sin que parezcas un "camarón inflamado".
"Luego de las vacaciones en la playa, la piel regresa deshidratada, enrojecida y con comezón en algunos casos", explica el doctor Rodrigo Gutiérrez Bravo, director de Pielclinic.
"En casos severos (como el descrito anteriormente) se hace indispensable la consulta al dermatólogo para la prescripción de algún tratamiento.
"Los síntomas que manifiesta el paciente en consulta son que le duele la espalda, que no soporta la ropa y normalmente la piel está muy lastimada y con huellas de que se ha rascado.
Por si fuera poco, en el rostro se notan más las líneas de expresión.
"Algunos pacientes llegan incluso con ampollas y quemaduras de segundo grado, es decir, que afectan la epidermis y parte de la dermis, la capa inferior", explica el especialista, miembro de la American Academy of Dermatology.
En promedio, una piel en estas condiciones volvería a su estado normal en tres o cuatro semanas. Desafortunadamente, la mayoría de la gente no dispone de ese tiempo para recuperarse y regresar a trabajar, por tanto, es necesario aplicar un plan emergente. "La primera recomendación es aplicar un lubricante de alta eficacia, de modo que la piel se recupere lo antes posible, como Cetaphil crema. También se prescribe un esteroide de aplicación tópica para desinflamar y quitar el dolor, como Nutracort", eso en lo que respecta a medicamentos.
El dermatólogo Rodrigo Gutiérrez Bravo apunta que durante la etapa crítica, la persona no se debe maquillar.
"Estamos frente a una piel no sana. Lo ideal es no aplicar ningún producto de maquillaje al menos los primeros tres o cuatro días después del incidente".
Para tratar de igualar el tono de piel se puede usar filtro solar con color, que jugará el papel de la base de maquillaje.
Este producto es indispensable durante toda la recuperación cutánea. Se deben preferir aquéllos que contengan Mexoryl, que es uno de bloqueadores de última generación. El Factor de Protector Solar tiene que ser 50+.
El especialista también recomienda rociar varias veces el rostro con agua termal, porque refrescará la piel y tiene propiedades antiinflamatorias.
Los labios estarán opacos, deshidratados y con escamas. Conviene aplicar bálsamos hidratantes para reparar la piel. Quienes necesiten maquillarse, pueden aplicar un toque de gloss.
Evita usar máscaras de pestañas waterproof, en estas condiciones es mejor aplicar las que son a base de agua, porque son más fáciles de eliminar, lo que minimiza el riesgo de lastimar la piel al remover el maquillaje.
PRECAUCIONES
"En la mayoría de los casos, la piel comenzará a descamarse al pasar unos días. Nunca se debe rascar porque puede favorecer la aparición de manchas.
Durante este tiempo, no se debe exponer nuevamente la piel al sol", señala el entrevistado.
El cuero cabelludo seguramente también estará dañado; para mejorar su estado, se aplicarán lociones capilares que contengan esteroides.
"En caso de que haya ampollas, éstas sólo las puede curar un médico. Luego, se debe aplicar antibiótico".
Hay que evitar usar ropa ajustada, porque al friccionar la piel, se pueden producir manchas en la epidermis.
"En caso de las mujeres, es mejor usar faldas o pantalones amplios.
"Para disminuir la comezón, se deben aplicar constantemente cremas lubricantes. La piel estará recuperada prácticamente de 21 a 28 días", finaliza el médico.
Bebidas milagrosas
⇒ Si te quemaste con el sol, bebe mucho té verde o jugo de granada o de arándano; son antiinflamatorios naturales y contienen antioxidantes, lo que contribuye a reparar el daño más profundo a tu piel.