Benvolguts amics, han de disculpar que l'inici d'aquesta columna, que gràcies a la seva paciencia compleix 2 anys, aquest escrita en català, però de que una altra forma pot ser l'expressió del futbol al món, un any triomfal per al Club Barcelona, que sense escarafalls i vencent qualsevol circumstància s'aixeca com el millor equip de futbol del món.
(Estimados amigos, han de disculpar que el inicio de esta columna, que gracias a su paciencia cumple 2 años, esté escrita en catalán, pero de qué otra forma puede ser la expresión del futbol en el mundo, un año triunfal para el Club Barcelona, que sin aspavientos y venciendo cualquier circunstancia se levanta como el mejor equipo de futbol del mundo).
Como el título de esta columna lo dice, el Club Barcelona es más que eso, una institución que ha cimentado sus logros en una estructura impresionante que ha logrado equilibrar fondo e imagen, con miles de socios y seguidores en el mundo, y con una estructura que parte desde sus fuerzas básicas y que dan por resultado una fuerte identificación con los colores blaugrana.
En el partido de la final participaron al menos cuatro canteranos, y con mucho gusto se pudo ver en el banquillo al mexicano Jonathan Dos Santos, el ingreso de Jeffrey, con apenas 21 años y cinco partidos parecía el de todo un veterano que entraba a resolver la situación, Puyol y Picquer en la defensa, Pedro, Ibrahimovich y Messi adelante dieron la nota y el cierre perfecto a un año inolvidable y glorioso.
Y por fin vimos a Pep Guardiola perder hasta cierto punto la compostura al lograr el merecido campeonato del Mundial de Clubes, cereza del pastel, y quien no la perdería si en ese momento entraba de lleno en la historia del club catalán al lado de los grandes, Kubala, Moreno, Manchón, Cruyff, etcétera, que han dejado todo un legado a esta gran institución.
El inicio del partido parecía el de un naufragio sin Iniesta, y además por la sobrada, reconocida y encomiable decisión con que cualquier equipo argentino encara este tipo de compromisos, en el segundo tiempo todo cambió, sin embargo Verón y compañía hacían hasta lo imposible por tratar de finiquitar el encuentro y casi lo logran, poco a poco los culés fueron ganando espacio y Picquer se convirtió en un segundo nueve al lado de un infatigable Ibrahimovich; logrado el objetivo del empate con el infaltable gol de Pedro, se volvió al orden y al futbol demoledor que hizo presa a un ya cansado pero valiente equipo de Estudiantes de La Plata que se quedó a tres minutos de la gloria. Final merecida y de homenaje al futbol que cierra el año de competencias de gran forma.
Señores, es momento de aprender catalán, por el bien del futbol y de los aficionados, que siempre apreciarán la fidelidad a una filosofía de juego que refleja una concordancia con el respeto de una institución a su afición y a la vida misma.
Por otra parte, deseo de todo corazón que el amor de Cristo reine en sus corazones y reparta felicidad en todos sus hogares, así mismo reitero mi agradecimiento a todos por su paciencia y favor de aceptar esta columna. ¡Feliz Navidad!, y ¡hasta la próxima!
Dr_jorgemgalvanz@hotmail.com