Otra pulmonía
De acuerdo con especialistas norteamericanos, a menos que se revise a conciencia y se modifique la forma de capacitar al talento humano en los Estados Unidos, la fuerza de trabajo seguirá enfrentando los mismos problemas actuales para conseguir un empleo. La conclusión anterior es producto del estudio hecho por el Instituto Global McKinsey, el cual analizó el comportamiento del sector laboral en el periodo de 1991 a 2005.
De acuerdo con los datos del estudio, más del 70% de los trabajadores norteamericanos se dedican a trabajos que cada vez tienen menos demanda -como los cada vez más escasos trabajos del sector manufacturero- o en mercados sobresaturados, careciendo además de los conocimientos y las habilidades para enfrentar la feroz competencia por el trabajo. Sólo muy pocos trabajadores están capacitados para trabajos atractivos y por ello existen muchas personas que están empleadas en ocupaciones que han disminuido su demanda en las empresas o en ocupaciones de bajo salario.
El estudio también indica que la educación tiene un papel muy crítico dando a los trabajadores acceso a sectores de negocios que pagan altos salarios. Contar con la educación adecuada y la capacitación pertinente asegura la obtención de un buen empleo bien pagado.
Menos del 22% del total de los trabajadores en Estados Unidos tienen los conocimientos y las habilidades requeridas por las empresas de hoy. Los autores del estudio indican que estos trabajadores talentosos capaces de enfrentar los retos de las empresas en desarrollo reciben sueldos y compensaciones muy atractivos. La escasez de trabajadores con conocimientos y habilidades suficientes para enfrentar las nuevas tecnologías en organizaciones más complejas, hace que los trabajadores calificados tengan muy altos salarios. Entre 1991 y 2005, los trabajadores que estaban entre los mejores pagados recibieron un aumento en sus ingresos anuales tres veces superior al que obtuvieron los trabajadores colocados en el rango de más bajo sueldo.
Y si por un lado hay trabajadores que se preparan más, actualizándose en conocimientos y desarrollando nuevas habilidades para adaptarse a los cambios en los negocios, por otro lado, los que no lo hacen así se arriesgan a perder su empleo y a tener pocas posibilidades de conseguir uno nuevo. La innovación tecnológica ha hecho posible la automatización de muchos procesos, provocando con ello que muchos trabajadores que desarrollaban un trabajo de mano de obra directa se queden sin empleo. El estudio enfatiza que este efecto de la automatización no sucede en empleos que no son de mano de obra directa y que requieren en sus funciones el toque humano. Los empleos de más bajo sueldo en la industria manufacturera son los que requiere el grueso de los trabajadores y también por ello están sobresaturados.
Por todo lo anterior, el estudio señala que se debe reorientar la preparación y capacitación de las personas con educación de mejor calidad para que cuenten con las habilidades requeridas en los negocios para los siguientes 10 ó 15 años, de no ser así, los Estados Unidos se colocan en una posición de riesgo en la que los trabajadores sólo serán capaces de desarrollar trabajos de medio y bajo salario viviendo en la mediocridad o quizá peor.
El Estudio de McKinsey es muy preciso y propone la solución para evitar que el desempleo continúe en los Estados Unidos; si este poderoso país, que se ubicó en el primer lugar de la tabla mundial de competitividad 2009 a pesar de su crisis económica, ve el futuro de su fuerza laboral muy incierto, si no cambian los patrones de educación, ¿qué podemos esperar los mexicanos en esos 10 ó 15 años a futuro si nuestro sistema educativo tiene más fallas, si nuestra fuerza laboral no está orientada a las necesidades actuales de las empresas y si no desarrollamos las habilidades que los nuevos retos nos demandan?
Violeta Chirino, directora de Desarrollo Académico del Tecnológico de Monterrey, reconoció que no hay una vinculación entre las universidades y la industria para llegar a una especialización de los profesionales (El Norte, 12 de agosto). En la India, la clave de su alto desarrollo ha sido la plataforma creada por el Gobierno y desarrollada en conjunto por la industria y la academia. China es hoy el segundo productor de autos a nivel global, superando a Estados Unidos, y para ello hay universidades que preparan a ingenieros vinculados a esta industria.
Debemos estar alertas a las tendencias del mercado laboral: la movilidad laboral reforzará el trabajo desde casa y a diferentes horas del día y de la noche, habrá más énfasis en la colaboración mediante el uso de tecnología, se modificarán las edades para el retiro por el aumento en las expectativas de vida y por la escasez de mano de obra calificada, las empresas tendrán que mostrar habilidad para adaptarse a los cambios sin dejar de mantener su propia cultura, la gente con talento, dispuesta a trabajar duro, adquirirá más valor y triunfará en las empresas.
Se incrementará la demanda de talento, la brecha entre el mejor y el resto será más grande, habrá más demanda de creatividad innovación y liderazgo de pensamiento. Los empleadores competirán tan intensamente por conseguir trabajadores como lo hacen hoy las empresas por conseguir clientes. La capacitación y el desarrollo de los trabajadores serán sujetos a un compromiso firmado por el trabajador para permanecer un cierto tiempo mínimo en la empresa antes de cambiar de patrón. La escasez de trabajadores calificados será un problema mundial y la guerra por el talento también será global.
Si en los Estados Unidos sólo menos del 22% del total de los trabajadores tienen los conocimientos y las habilidades requeridas por las empresas de hoy, ¿de qué tamaño será en nuestro país ese mismo renglón?
Si en esos 10 ó 15 años por venir a los Estados Unidos les dará gripe en su fuerza laboral, ¿de nuevo nos dará pulmonía -ahora en el sector laboral- a los mexicanos?
