Militares. Desde que se dio la noticia del 'levantón' de los agentes de la Procuraduría General de Justicia los elementos de la Décima Zona Militar acudieron a Las Nieves, municipio de Ocampo, para realizar un operativo con intención de encontrarlos, sin embargo, tuvieron que trasladarse a Cuencamé tras el hallazgo de sus cabezas. EL SIGLO DE DURANGO
Durango
Fuerte resultó la noticia para los funcionarios estatales, en relación al "levantón" de seis agentes de la Procuraduría General de Justicia a manos de un poderoso comando delictivo en el municipio de Ocampo, pero más cruel fue enterarse que en las afueras de la iglesia de Cuencamé encontraron sus cabezas envueltas en unas sábanas y en bolsas plásticas.
ANTECEDENTE RECIENTE
A principio de semana tanto la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) como la Procuraduría General de la República (PGR) aceptaron que en los últimos meses la delincuencia organizada había adoptado una estrategia de contraataque hacia las corporaciones de los tres niveles de Gobierno.
Hace menos de tres semanas un comando realizó más de mil disparos en contra de la comandancia municipal de Canatlán, el sábado mataron a un policía estatal en la carretera a Nombre de Dios, el domingo granadearon las instalaciones de Seguridad Pública de la capital y la Unidad Antinarcóticos de la PGR, el lunes levantaron a cinco policías de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y a un Agente del Ministerio Público en Las Nieves, Ocampo, y ayer encontraron sus cabezas en la plaza de Cuencamé.
Reconocen
Estadística
Estrategia
Identifican a las víctimas
Los cinco elementos de la AEI y el Ministerio Público fueron sacados de la casa que utilizaban como comandancia en Las Nives por un grupo armado que tripulaba varias decenas de camionetas.
Las víctimas, quienes tenían el rostro tapado con cinta canela, respondían a los nombres de: Gilberto Calderón Osorio y Herculano Cázares, quienes se desempeñaban como jefes de grupo, además los agentes Walter Eduardo Valles Reyes, José Luis Huerta Vargas, Óscar Agüero Chávez y el agente del Ministerio Público José Manuel Murillo Rosales.
Hasta la tarde de ayer no se tenía conocimiento de la ubicación de los cuerpos de las víctimas, aunque se rumoraba que estaban en Ocampo.