De acuerdo con el Barómetro de Bebidas, elaborado por Bank of America-Merrill Lynch (BAS-ML), México será el país dentro de América Latina que reporte una mayor contracción económica durante este periodo de crisis, lo cual repercutirá en el mercado del consumo de las bebidas no alcohólicas.
La desaceleración en el sector manufacturero se espera que se expanda a sectores no comerciables, lo cual podría llegar a un fondo en el segundo semestre de 2009, según el documento.
Una desaceleración en el crecimiento y mayor desempleo podrían llevar a los consumidores mexicanos a cambiar a marcas de bebidas de nivel B, es decir, aquéllas más económicas.
Coca-Cola Femsa reportó una caída en refrescos carbonatados de 3.6% en el primer trimestre (compensado por Jugos del Valle y agua) y advirtió de una desaceleración continua.
Pepsi comentó sobre la débil situación macroeconómica, pero citó al Sur de México como relativamente fuerte, de acuerdo con BAS-ML.