VIEJOS DEL 2060
Se celebró en nuestro país el día del Adulto Mayor; los abuelitos estuvieron de fiesta, para muchos de ellos es la única ocasión cuando son agasajados, muchas de las veces no precisamente por su propia familia. Los viejos en una sociedad orientada a la producción llegan a representar un estorbo en el hogar, más cuando su salud menguante implica cuidados especiales difíciles de afrontar, quedando muchos ancianos en el más completo abandono. A nuestros viejos les ha tocado una época de grandes cambios; la expectativa de vida ha pasado de 67 años en 1980 a casi 75 años para el 2005; los sistemas de salud no estaban preparados para esta sobredemanda.
En mis cavilaciones cotidianas estoy acostumbrada a que una idea me tome por asalto y no me suelte hasta que la haya volcado por escrito; ahora me viene el pensamiento de qué mundo tendrán los niños de hoy cuando lleguen a viejos... y no soy muy optimista al imaginarlo. Para comenzar habrá que analizar si incorporarnos a una economía globalizada ha sido lo mejor, en el caso particular de México ocurren paradojas increíbles, la más característica es producir petróleo para exportar, y luego adquirir en el extranjero a precio de oro los derivados del petróleo que vendimos, lo que nos empobrece. La mitad de los productos que ingresan a nuestro país por vías de la globalización son “Made in China”, irónicamente hasta las banderas de México, la imagen de la Virgen de Guadalupe, o los licuados de nopal. Y, no es ningún secreto, en ocasiones estos productos de cuestionable manufactura conllevan riesgos de exposición a tóxicos para nuestros niños.
Ahora bien, el impacto de la globalización en la intimidad del hogar es catastrófico; las grandes cadenas de tiendas de conveniencia han suplido a los tradicionales estanquillos. Las primeras imponen y encarecen los productos, las segundas languidecen hasta morir; quedan en la historia las tiendas de abarrotes con piso de madera y grandes vitrinas exhibidoras, junto con aquellos “cucuruchos” de papel estraza en los cuales se despachaban productos a granel con su consabido “pilón”.
En cuestiones de salud, si nuestro país ostenta el consumo más elevado de refrescos de cola embotellados per cápita en el mundo, y el mayor índice de obesidad infantil en Latinoamérica, me pregunto qué va a ser de estos chiquillos en diez o veinte años, o si acaso van a llegar a viejos. Con un alto promedio de embarazos en adolescentes, no imagino sobre qué van a platicar a sus nietos las abuelas del 2060, cuando pasaron del sexto de primaria al sartén y a la pañalera.
Contaminados por nefastos programas televisivos a nivel nacional, habrá que dilucidar qué estructura de conocimiento pueden desarrollar nuestros niños para enfrentar la vida; en días pasados, refiriéndose a la vacuna de la Influenza, la lideresa del sindicato de maestros puso en evidencia frente a la nación la gravedad del analfabetismo funcional que nos cargamos. Por otra parte, se aplicó el Examen Nacional de Conocimientos y Habilidades Docentes a los maestros, mismo que se aprueba con 55 aciertos de 100, y resulta que sólo uno de cada cuatro maestros logró aprobar, ¿se cumplirán de este modo las metas de la Cumbre de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas para el 2015?... La universalización de la alfabetización es crucial para la promoción de los derechos humanos y el ejercicio de la ciudadanía. En la Cumbre se habla de un desarrollo financiero que para nada se está cumpliendo en nuestro país; de un trabajo digno y productivo que se nos hizo polvo entre las manos y derivó en desempleo; plantea estrategias para hacer sostenible la deuda a largo plazo, cuando nuestro PIB cayó 10.3% en el segundo trimestre del 2009 (INEGI); se busca garantizar acceso a medicamentos básicos, cuando ahora se pretende imponer el IVA a alimentos y medicinas...
Sucedió esta mañana: En el exterior de una frutería tres hombres y una mujer aguardan algo, en un instante uno de los hombres y la mujer corren intempestivamente y toman con singular entusiasmo una reja de madera con mercancía de desperdicio que los dueños acaban de sacar. Quedó grabado en el gesto triunfal de la mujer adulta luego de que estuvo en posesión de la reja de la cual sobresalían un par de plátanos negruzcos; dos mangos; una col, y algunas hojas de elote. Es una radiografía diagnóstica de la pobreza en México.
Vivimos en una sociedad dolorosamente consumista en la cual se perdió el concepto de calidad humana; un individuo vale por su poder, por éste se pondera y posiciona. Con nuestros actos; con nuestros fingimientos; con nuestra indiferencia, constituimos una sociedad que asume conductas suicidas en sus afanes de tener para ser, espejismo fatal para el viajero que ha perdido puerto.
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