Dolor. Familiares de los reos muertos durante riña al interior del Cereso recogen los cuerpos en el Servicio Médico Forense.
CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA.- La cifra de reos muertos dentro del penal estatal en Ciudad Juárez se elevó a 21, luego que falleció uno de los heridos que era atendido en el Hospital General al recibir un balazo en la cabeza, cuando pandilleros armados "ejecutaron" de manera metódica a integrantes de dos bandas rivales que se encontraban en sus celdas.
El vocero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Carlos González, dijo que no se tienen contemplados cambios ni remociones del personal del Cereso y que el Estado continuará administrándolo, aunque admitió que es muy probable que en las próxima semanas las instalaciones pasen a la Federación, particularmente bajo el control de la Secretaría de la Defensa; aunque militares ya custodian la cárcel.
Según las investigaciones y al interrogar a 35 internos, la masacre registrada el miércoles fue planeada desde fuera del penal y con apoyo de alguno de los encargados de la vigilancia, además de que se efectuó de manera metódica, ya que los pandilleros de la banda de "Los Azteca", ultimaron uno tras otro a sus rivales con base en una lista preestablecida.
Las víctimas en su mayoría eran jefes de "Los Artistas Asesinos" y de "Los Mexicles", que disputan a "Los Aztecas" la venta y distribución de drogas en "picaderos" que operan en distintos puntos de Ciudad Juárez.
De manera inicial, se reportaron 20 reos muertos y siete lesionados, de los cuales cinco fueron dados de alta y regresaron al penal; uno falleció luego de ser operado el mismo miércoles para extraerle del cráneo una bala calibre 9 milímetros, y otro es aún reportado como grave.
Entre los muertos, las autoridades reportaron a dos decapitados, así como a uno con una estaca en el pecho y otros heridos con arma blanca y lanzados desde el tercer piso del dormitorio y los demás asesinados a golpes.
Para ingresar a la zona de alta seguridad donde asesinaron a los reos, los atacantes -unos 150 pandilleros- tuvieron que pasar tres bardas con sus respectivas rejas, a pesar de que son áreas separadas y muy vigiladas.
Los agresores sacaron a cada uno de los internos de su celda y los masacraron en el pasillo, todo en 2 horas y media, para después entregar las armas a 5 custodios -que se dijo- tomaron como rehenes y a quienes informaron que ya habían "terminado el trabajo".