A un paso. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. EFE
WASHINGTON, EU.- La mayoría demócrata del Senado logró ayer remontar dos de los tres últimos obstáculos para allanar el camino hacia una votación de su versión de la reforma de salud, con un voto final tentativo para vísperas de Navidad.
Con dos votaciones similares de 60 votos a favor -todos demócratas- y 39 en contra -los republicanos-, la Cámara Alta aprobó la versión enmendada del líder de la mayoría Harry Reid y aprobó un "voto de cierre" para limitar el debate.
Sólo resta un voto de clausura de debate, que se espera sea aprobado, para someter el proyecto a voto final, a pesar de las tácticas dilatorias de los republicanos.
La nueva propuesta de Reid refleja las concesiones que hizo el ala liberal del Partido Demócrata al senador de Nebraska Ben Nelson para endurecer las reglas que impiden al Gobierno Federal subsidiar la realización de abortos.
Asimismo elimina la llamada opción pública promovida por la Casa Blanca y cancela la posibilidad de acceso anticipado al Medicare para los estadunidenses mayores de 55 años, ambas exigencias del senador independiente Joe Lieberman para votar a favor.
La nueva versión tiene un costo que asciende a 871 mil millones de dólares y daría acceso a la salud a unas 30 millones de personas sin seguro médico, pero de manera gradual a partir de 2013.
El proyecto de Ley del Senado, en caso de que sea aprobado, debe conciliar diferencias con la propuesta de la Cámara de Representantes, que incluye la opción pública y restricciones al aborto, para su promulgación por parte del presidente Barack Obama.
Legisladores liberales de la Cámara de Representantes han expresado su escepticismo por la decisión del Senado de excluir la opción pública, toda vez que muchos liberales consideran que representa la mejor alternativa para promover la competencia en salud.
Otros han criticado el hecho de que la versión senatorial no incluye tampoco la promesa de campaña del presidente Barack Obama de permitir la importación de medicamentos de países como Canadá, donde tienen menos precio que en Estados Unidos.
