La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) encomendó a un equipo de historiadores investigar las excomuniones de Miguel Hidalgo y José María Morelos, informó el arzobizpo de Morelia, Alberto Suárez Inda.
En el marco de las Jornadas de Historia de la Universidad Pontificia de México "Iglesia, Independencia y Revolución", el purpurado dejó claro que ambos personajes murieron en comunión con la Iglesia Católica.
La Comisión estudia todo el proceso y los detalles desde el punto de vista canónico, jurídico de su motivación y en qué momento se levantó la excomunión "para que nos quede claro la verdad histórica transparente", mencionó.
Presidida por el padre Roberto Jaramillo de la orden de San Agustín y ex rector de la Universidad Pontificia, se prevé que la Comisión ofrezca los primeros resultados en los próximos dos o tres meses.
Suárez Inda mencionó que existe una gran diversidad de textos sobre el tema, por lo que es preciso determinar su autenticidad.
Expuso que las investigaciones darán todos los elementos para valorar este aspecto, que es doloroso pero que tiene distintos matices porque había y hay excomuniones que no necesariamente tienen que ser promulgadas, sino que por el mismo hecho del delito cometido automáticamente puede uno caer en esa sanción canónica.
El presidente de la Comisión Episcopal para los festejos de la Independencia y la Revolución Mexicana mencionó que Morelos e Hidalgo tienen grandes méritos, son verdaderamente héroes, pero también como hombres pudieron cometer errores.
De hecho los cometieron y hubo atropellos, sangre de por medio y situaciones duras que merecían de alguna manera un llamado a la corrección, refirió.
El arzobispo estableció que tanto Morelos como Hidalgo manifestaron un sincero arrepentimiento y antes de morir fueron liberados de toda pena. Fueron absueltos, murieron en plena comunión con la Iglesia y recibieron honor en su sepultura.
Indicó que con motivo de los festejos de la Independencia, el país está en un momento privilegiado para reconocer que superando prejuicios y descalificaciones, evitando dualismos y reducciones, se integrarán esas ricas realidades que forman parte de la historia.
En particular, expuso, la participación de la Iglesia Católica en estos acontecimientos dramáticos que ahora se conmemoran es motivo de juicios contrapuestos y de discusiones a veces enconada.
"Una cosa es innegable, nos guste o no, los hombres de la Iglesia -y no sólo los llamados eclesiásticos, obispos y sacerdotes, sino también laicos, miembros por el bautismo-, fueron protagonistas en la gestación y en la consumación de la Independencia; eran Iglesia los insurgentes y eran Iglesia los realistas", puntualizó.