(Primera parte)
Estimados amigos, en esta ocasión, quisiera abordar un tema de mucha actualidad pero también de suma importancia, porque el diagnóstico y tratamiento de los testículos fuera de la bolsa escrotal, así como la decisión que tomen sus padres para su tratamiento influirá directamente en la evolución posterior de este niño y su actuación en la vida adulta.
Se conoce como (Criptorquidia) a la ausencia de uno o ambos testículos en su sitio normal (o sea el escroto o bolsa escrotal) desde luego que sólo en el sexo masculino.
Esta palabra viene del griego kriptos (oculto) y orquis (testículo). Y se adoptó precisamente por su característica física o anatómica mencionada.
Esta falta de descenso del testículo, tiene la característica de que aunque NO se encuentra en su sitio, SÍ puede localizarse en cualquier parte de su descenso normal fisiológico, o sea desde la parte inferior del riñón, pasando por detrás de los intestinos, saliendo por el anillo inguinal, siguiendo por el conducto inguinal ("ingle") hasta llegar al escroto. En cualquier parte de ese trayecto el testículo puede detenerse en forma anormal. En caso que se encuentre fuera de ese trayecto, recibe el nombre de Ectopia, y en caso de no encontrarse en ningún lado se denomina Anorquia.
Son múltiples los factores que ocasionan este problema, pero básicamente se relacionan con la secreción de una hormona HAM (Hormona antimulleriana) o falta de respuesta de la gonada femenina a esa hormona y desde luego bajo la acción de un gene determinante testicular (SRY) que induce la diferenciación de la gonada a testículo.
La Criptorquidia se presenta con mucha mayor frecuencia en los niños prematuros (hasta 33 por ciento de ellos) y aumenta hasta 60 por ciento en los niños menores de 1.500 kg. Sin embargo a medida que transcurren las semanas este índice disminuye en forma espontánea, de tal manera que a 12 semanas de la fecha esperada del nacimiento se encuentra en un cinco a diez por ciento y si lo evaluamos 12 meses después se encuentra en la tasa habitual de un recién nacido a término oscila entre uno y cuatro por ciento.
Clasificación: En forma simple, pueden agruparse de dos maneras: testículos palpables (que se tocan pero no pueden descenderse a la parte más baja del escroto) y testículos NO palpables o intrabdominales (que a pesar de todos los esfuerzos no pueden palparse y se encuentran por arriba de "la ingle" o más altos).
Diagnóstico..., desde luego; éste se hace clínicamente, al no encontrar a los testículos en su sitio habitual y no es raro que sea la mamá la que haga el diagnóstico y sea la razón por la que acude al médico. Desde luego ahora y siempre insisto en que el diagnóstico debe hacerse desde el momento del recién nacido, en la sala de partos o de cesárea o en la revisión inicial en el Depto. de cunas del hospital y por el médico pediatra responsable.
Seguimiento: Si el diagnóstico se hizo en el período del recién nacido, debe hacerse un seguimiento por el pediatra y desde luego referirlo al cirujano pediatra, de ser posible en el primer trimestre de vida del niño, con objeto de proporcionar certeza diagnóstica, precisión en la localización del testículo y la tranquilidad de vigilancia adecuada por ambos profesionistas para seguir de cerca su evolución, que será eminentemente clínica, con las siguientes alternativas.
Para cualquier aclaración o pregunta comunicarse con (memomilan@yahoo.com.mx).
Continuará...