¡No es suficiente votar!; para alcanzar la madurez democrática, es menester comprometernos con su sistema y procesos. Estamos en período de promoción política de representantes de partidos que desean ocupar el puesto de presidente municipal.
Ellos harán lo que esté a su alcance para ser electos y hasta buscarán comprometerse con soluciones a problemas de los que no tienen posibilidades de resolverlos. No descarte las promesas demagógicas; a nosotros nos corresponde informarnos y tratar de formarnos criterio propio, tomando en consideración la opinión de las partes y contrapartes en pugna.
En este proceso, los medios de comunicación juegan un papel muy importante; de hecho, influirán en la toma de decisión y, conforme a nuestra capacidad de identificar verdades y falsedades, inclinarán la balanza electoral.
El remedio, para no ser sorprendidos, consiste en evitar informarse en un solo medio y/o tendencia. Habrá que ver y escuchar a personajes públicos que analizan en la radio y la televisión, leer periódicos y escuchar opiniones de quienes administran conocimiento en temas de política regional. Desde luego que ellos mismos tienen tendencias y preferencias, por eso, identificarles las suyas será importante.
Si usted escucha alguna estación radiofónica en particular y recibe información a través de sus noticieros televisivos o columnas periodísticas; esfuércese en buscar otras distintas, que puedan considerase de "oposición".
Recuerde que la radiofonía crea hábito en los radioescuchas, quienes no fácilmente están dispuestos a cambiar de voces que les acompañan en tránsito citadino, trabajo o en el hogar.
Con la aparición de la radio comercial en el mundo, las tomas de decisiones en temas de democracia cambiaron drásticamente; anteriormente, los electores basaban su criterio en el diálogo abierto con familiares, compañeros de labores y lo escuchado en algún mitin político electoral. Oír opiniones en la comodidad del hogar o el trabajo, dejó oportunidad para recibir mayor información, pero también la posibilidad de ser manipulados en criterios y sentimientos por mercadólogos que saben del efecto de repetir el mensaje.
Las ventajas y desventajas que tal invento generó son tema de discusión de los expertos, muchos de ellos piensan que "los músculos de la democracia dejaron de ejercitarse y empezaron a atrofiarse".
Si se acepta que la democracia recibió un fuerte impulso con la aparición de la imprenta -dejó florecer el libre pensamiento- y sentó las bases para la consolidación del sistema político, la ilustración y la redirección del poder hacia el pueblo, también se piensa que la libertad de expresarse, -derecho que defendemos a ultranza- sin una regulación adecuada, dio oportunidad a que maquiavelos utilizaran los medios de comunicación social para alcanzar sus fines, muchas veces oscuros o particulares.
Ya este fenómeno se había observado desde principios del siglo anterior, con la llegada de la radio; tan sólo recuerde el experimento "La Guerra de los Mundos", de Orson Welles, generador de pánico y hasta suicidios en Nueva York.
El arribo de la televisión dio un giro importante a la comunicación; mientras la radio, a través del oído, entrega mensajes que dejaban oportunidad de imaginar, la "pantalla chica" ofrece imágenes visuales que complementan las auditivas atrapando al televidente, limitándole en su reflexión e incrementando la posibilidad de manipularlo.
En psicología se aprende que un mensaje corto y repetido en muchas ocasiones, deja una idea fija en el cerebro de quienes recibieron tal "tratamiento". Tampoco es nuevo este conocimiento, tan sólo recuerde a Goebbels, comunicador nazi, quien afirmaba que de tanto repetir un mensaje falso, éste termina por aceptarse como verdadero.
Así, la televisión representa un instrumento de poder que es utilizado para favorecer a alguien o algo en particular; la publicidad y mercadotecnia son la palanca que abre la puerta del consumidor, sea comprador o votante.
Ahora aparece la Internet como nuevo recurso, que más libre e interactiva -la televisión se esfuerza por ser canal de comunicación en doble vía sin lograrlo plenamente- se muestra como una real alternativa para buscar información, opinión y verdad. Desgraciadamente, en nuestro medio, aún no está al alcance de todos, hay graves abusos y los adultos mostramos natural resistencia a utilizarla.
Sabemos que los medios pueden inclinar la voluntad popular y hacer que un individuo o grupo accedan al poder y para la Internet no existe una reglamentación eficiente, quedando muchos huecos de oportunidad para denunciar -recuerde a Clinton y su escándalo con Mónica- difamar o informar.
Ya en 1930, Joy Elmer Morgan, director del Comité Nacional de Educación para la Radio, en los EUA había denunciado que si el control de la radio -comunicación- se concentraba en pocas manos "ninguna nación puede ser libre".
Como puede darse cuenta, es grave irresponsabilidad no informarse correctamente; es compromiso de todo votante asumir lo correspondiente en derecho y responsabilidad para aplicar la mejor arma en defensa de sus propios intereses: votar.
Ydarwich@ual.mx
