La Plaza Mayor o Zócalo de Tequisquiapan, donde se reúnen jóvenes y hombres de edad del pueblo.
TEQUISQUIAPAN: FUENTE DE LA ETERNA JUVENTUD
Muchos creían que la fuente de la eterna juventud estaba en Florida, y la buscaron inútilmente, pero pocos saben que está en el tranquilo pueblo de Tequisquiapan, a menos de una hora por carretera desde Querétaro, capital del mismo Estado, muy cerca de la Ciudad de México.
Los habitantes de Tequisquiapan le llaman a su pueblo "Tequis", para abreviar el nombre, y la mayoría de ellos son octogenarios y nonagenarios que viven en perfectas condiciones físicas y mentales.
Cuando se les pregunta a qué se debe su longevidad, todos responden que a dos cosas: a los baños diarios que toman de aguas de origen volcánico que brotan de abundantes manantiales, y que tienen un bajo grado de radioactividad, y a que beben esa misma agua y con ella cocinan sus alimentos.
Tequis también tiene un clima ideal, que norteamericanos, canadienses y alemanes que viven allí alaban con entusiasmo. En la mañana la temperatura es ligeramente cálida, al mediodía el sol pega más fuerte, pero en la tarde y en la noche refresca y hay una ligera humedad.
Tequis es una ciudad colonial, de calles empedradas y estrechas. Abundan los árboles gigantescos, la vegetación exuberante, y las flores que se desparraman de macetas colgadas en balcones y ventanas.
Los turistas que llegan a Tequis van buscando los baños de las aguas volcánicas, que son varios, pues el pueblo se construyó sobre una superficie de origen mineral. Se dice que las aguas de ese lugar dan energía, son vivificantes, y alivian enfermedades reumáticas y curan el insomnio.
En Tequis también se disfruta de la más típica cocina mexicana, con platillos de carnitas, chicharrón, barbacoa, el menudo o mondongo, los nopales guisados con chile. Hay algunos buenos restaurantes como "Las Cavas de Tequisquiapan", "La Plaza" y "Sol y Fiesta".
Costumbre muy arraigada en Tequis son los paseos que muchos lugareños dan a caballo muy temprano. Recorren varios jardines del pueblo y se ejercitan en las artes de la charrería. El lugar de reunión de todos es la Plaza Principal o Zócalo, con su kiosko y sus jardineras llenas de flores. Enfrente está la iglesia del pueblo, de un color rosa surrealista.
También hay que admirar las artesanías que se hacen allí, y que son de vidrio, barro, madera y palma. Hay varias tiendas de antigüedades que venden figuras extrañas hechas de piedra volcánica.
En Tequis se celebran algunas fiestas religiosas, pero a fines de mayo y principios de abril hay una feria dedicada especialmente a la venta y al consumo de quesos y vinos. Esta feria tiene fama internacional, pues en Tequis hay una gran variedad de quesos y viñedos que producen un licor muy suave y de sabor delicioso, cuya cosecha se consume en el mismo pueblo.
Cerca de Tequisquiapan está otro pueblo que no debe dejarse de visitar, San Juan del Río, donde venden unos bellísimos collares, anillos y pulseras hechas de flores, ideales para un regalo. También venden finas alhajas de oro y de ópalo, vestidos tejidos a mano y de enrejillados fantasiosos.
Otro lugar cercano a Tequis es Santiago de Querétaro, donde hay excelentes restaurantes, buenos bares y varios salones disco. La juventud de toda esa región va a Santiago de Querétaro a disfrutar alegremente de los fines de semana.
