En esta semana, correspondiente a noviembre, en la cual hubo fecha FIFA, se disputaron los tan esperados encuentros de vuelta para buscar un boleto por medio del repechaje al Mundial, que está ya a la vuelta de la esquina. Hablamos lógicamente del tan esperado y magno evento de Sudáfrica 2010. Dichos encuentros se llevaron a cabo alrededor del mundo, tales como el Uruguay-Costa Rica, obteniendo la calificación los uruguayos, así como también el encuentro al cual destinaré la mayor importancia en esta columna, ya que me parece algo realmente vergonzoso tratándose de una de las potencias del mundo en el futbol y que anteriormente jamás se vieron involucrados en alguna situación similar donde se estuvieran jugando su calificación hasta estas magnitudes y estuvieran arriesgando pues su honor. Lo más bello que existe para un futbolista profesional es lógicamente llegar a representar a su país en un mundial de futbol. Me refiero a lo acontecido en Francia, donde los locales se jugaban la vida ante un rival no tan fuerte, pero aguerrido, de nombre Irlanda, la cual fue víctima del mal arbitraje y pues de la suerte con que corrió Henry al no ser visto ni por el juez de línea en turno ni tampoco por el central, quienes no se dieron cuenta que al recibir el centro, Henry controló el balón con la mano y en dos tiempos mandó el pase para el gol del triunfo y que les coartó la calificación a los irlandeses, que su cultura nos habla mucho de la suerte y pues que en este caso no estuvo de su lado. Al percatarse de este hecho las autoridades irlandesas, pidieron a la FIFA que repitiera el juego en una acción de lealtad y donde se hiciera justicia para ellos, lógicamente esto no sucedería, esto nos deja muy claro que en el mundo del futbol nada es predecible.
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