Hay quienes afirman que en México, hemos aprendido nuestra historia leyendo a tres diferentes generaciones de escritores: la primera de ellas, formada por aquellos autodidactas que tuvieron la oportunidad de vivir los hechos y eventos, escribiéndolos para dejar constancia de ellos; la segunda, conformada por personajes del medio, quienes por órdenes de las autoridades o algunos interesados, escribieron lo que conocemos como "historia oficial", cargada de inexactitudes, con entes que de tanto maquillarlos dejaron de parecer humanos, para transformarse en semidioses inalcanzables, terminando por ser poco inspiradores para las nuevas generaciones.
La tercera está apareciendo con la fuerza del estudio y del conocimiento; historiadores "con escuela", que saben de técnicas y métodos para llegar a la información fidedigna y que escriben para dejar constancia de lo que realmente sucedió, describiendo quiénes fueron los autores de las acciones y qué fue lo que les motivó a hacerlas.
Gracias a ellos han aparecido diferentes trabajos de investigación que nos enseñan lo grande y luminoso que ha sido México en distintas épocas de su existencia; noveladas o no, narran historias de seres de carne y hueso, con fortalezas y debilidades, que animan con su condición de humanos, a las nuevas generaciones, para superarse y ser mejores.
A nivel nacional, ahora sabemos de la vida real de próceres como Benito Juárez, Vicente Guerrero o Francisco Villa, que no fueron superhombres y sí alcanzaron logros importantes para sí mismos y para su patria.
En el medio local, también empiezan a destacar documentos de escritores laguneros; investigaciones sobre nuestros orígenes y las acciones de hombres y mujeres que dejaron huellas de trabajo, esfuerzo y hasta sacrificio, además de crear organizaciones, empresas y comercios, ahora símbolos de la región.
El más reciente es "Cuéntame tu historia", compendio de hechos y eventos de la región, el trabajo de emprendedores laguneros reflejado en espacios artísticos, culturales, industriales, comerciales y deportivos. Es fuente de información para el futuro.
Es compilación de Fernando González Ruiz, que lo realizó en el marco de los festejos del Centenario de Torreón y que ahora lo deja como testimonio de hechos interesantes; por ejemplo: el origen del equipo Santos Laguna de futbol, que llega a la región gracias a la desaparición del equipo Tuberos de Veracruz, en 1982, adquirido por el IMSS, para crear el representativo de Santa Cruz, Tlaxcala, cuyos habitantes son conocidos como "santos".
Así, a lo largo del texto, aparecen informaciones interesantes; entre ellas, el resultado del trabajo de familias como la Revuelta Maza, que heredaron de sus padres y abuelos el compromiso con la calidad; la visión de personajes como Braulio Iriarte, José Sainz, Francisco Cayón y Cos, Florencio Sánchez, Santiago Galas, Alfredo Noriega, Ángel Álvarez y Vicente Fernández de la Reguera, que imaginaron, planearon y pusieron en funcionamiento la Cervecería Modelo.
También aparecen hijos de inmigrantes, como Elías Zarzar Gidi, personaje representativo del comercio regional, mejor conocido como "Salsipuedes"; españoles, como Eduardo Villalobos Marcillat, quien al ver la insolvencia económica de algunos de sus compatriotas arribados a La Laguna, decidió dedicar dos habitaciones de su casa para que en ellas se atendieran enfermos, acción que fue el inicio de lo que ahora conocemos como Sanatorio Español de La Laguna; hijos de palestinos, como los Murra, generadores de empleo y comerciantes de abolengo en la Comarca lagunera.
Entre esas personas, hubo otras que tampoco descuidaron la educación, dando oportunidad al nacimiento de la Universidad Autónoma de Coahuila; o la Autónoma de La Laguna, única verdaderamente lagunera, creada con el apoyo de consejeros ya finados, como Pedro Valdés, Emilio Herrera y Heriberto Ramos, entre otros. Los museos también aparecen en el texto: el Regional, cuyo origen fue el Centro de la Cultura, obra de Ernesto González Domene; de la Moneda, en la nueva Presidencia Municipal; o el Arocena, iniciativa de Eneko Belausteguigoitia, ubicado en el antes Casino de La Laguna, construido por el francés Louis Chanel.
Imposible que en este "Diálogo" podamos enumerar la obra de tantos laguneros; entre ellos los hermanos Armando y Francisco Martín Borque, los Jalife, o más recientemente Juan Manuel Guevara, creador de Prodeco.
Falta espacio para hablar de Isauro Martínez y su teatro; o Alfonso Garibay Fernández y muchísimos laguneros actores, algunos sobresalientes nacional e internacionalmente, como Héctor Gómez; sin olvidar a los comunicadores: Don Antonio de Juambelz, creador de El Siglo de Torreón, quien junto a Joaquín Moreno, iniciaron la aventura de publicar un segundo diario, en una región que, según les decían, no "daba para más".
Bueno que aparezcan estos laguneros preocupados por dejar escrita, para los futuros habitantes, la historia de nuestra región; ojalá existan muchos otros, que hagan lo propio para el beneficio colectivo y que, como este texto, produzcan más documentos, dejando testimonio de quiénes somos y por qué estamos aquí. ¿Le parece?
