En riesgo. Las personas mayores de 50 años son las más afectadas por las enfermedades isquémicas del corazón y accidentes cerebro vasculares, sobre todo si existen algunos de los factores de riesgo.
Las enfermedades isquémicas del corazón y los accidentes cerebro vasculares, afectan principalmente a las personas mayores de 50 años y están directamente asociadas con conductas de riesgo como el tabaquismo, el sedentarismo y la proliferación de las dietas inadecuadas.
Según información proporcionada por la Secretaría de Salud, más de la mitad de las cardiopatías isquémicas se deben a los altos niveles de colesterol en la sangre, mismos que se derivan del consumo de alimentos ricos en grasas saturadas.
Por este motivo, quienes cursan por esta etapa de la vida, deberán de ser cuidadosos en su estilo de alimentación y ejercicios programados, además de evitar el alcoholismo y el consumo de tabaco.
También deberán acudir al médico para chequeos periódicos de rutina, y así estar en posibilidades de anticiparse o hasta evitar un contratiempo de esta naturaleza.
En nuestro país, las enfermedades transmisibles dejaron de predominar y actualmente las de tipo crónico degenerativo ocupan los primeros sitios de incidencia y muerte; la enfermedad isquémica del corazón es la segunda causa de fallecimientos y la primera en hombres mayores de 60 años.
Por ello, la Secretaría de Salud se ha dado a la tarea de difundir acciones de educación y promoción que contribuyan a la detección temprana, el tratamiento oportuno y el control de la presión arterial, además de los factores de riesgo ya mencionados.
Otros factores de riesgo son haber sufrido un evento adverso de esta magnitud, como son ataques al cerebro o corazón de manera previa, enfermedad coronaria, diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso u obesidad, cardiopatía y el consumo inmoderado de alcohol y otras drogas.
De tal manera que quienes han experimentado un evento adverso de esta magnitud, están obligados a modificar su estilo de vida y sus hábitos de alimentación, puesto que a partir de este episodio, son individuos que están con un riesgo más sensible a que se repita este tipo de problema, cuya consecuencia es totalmente incierta.
Entre las principales recomendaciones figura reducir el riesgo de colesterol, a través de una dieta baja en grasas, aumentando las porciones de vegetales, frutas, cereales integrales, arroz y pastas, así como leche descremada, pollo y pescados sin piel y carnes rojas sin grasa.
Mantener un peso ideal y llevar a cabo un programa de ejercicio físico regular, contribuye a evitar su aparición.
FUENTE: SECRETARÍA DE SALUD
Más riesgo
Los factores de riesgo son:
⇒ Altos niveles de colesterol en sangre.
⇒ Consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
⇒ Padecer diabetes mellitus o hipertensión arterial.
⇒ Haber sufrido ataques al cerebro o corazón.
⇒ Sedentarismo.
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